El despliegue en los vagones del tren le ha costado alrededor de $90 mil, mientras que los carteles en las marquesinas supera los $50 mil, según detalla en su web el diario Daily News, que asegura que esa cantidad de dinero son los ahorros de toda la vida de este hombre de 60 años.
"¡Terremoto global! El mayor de todos los tiempos. Día del juicio final: 21 de mayo", rezan los carteles publicitarios en cuestión, que además muestran la esfera de un reloj a punto de marcar las doce sobre una fotografía de un paisaje nocturno de Jerusalén y un versículo bíblico.
Fitzpatrick está convencido de que en la medianoche del viernes 20 al sábado 21 el mundo llegará a su fin debido a la destrucción que provocará un gran terremoto que afectará a todos los rincones del planeta.
Este neoyorquino empezó a creer en la fatídica profecía cuando conoció al grupo cristiano evangélico Family Radio, cuyo pastor Harold Camping realiza predicciones usando cálculos numerológicos y asegura que quien crea en el apocalipsis y advierta de que se avecina será salvado y llevado junto a Dios.
Camping llegó a la conclusión de que el fin del mundo se producirá el 21 de mayo de 2011 tras supuestamente estudiar la Biblia y porque, según dice, es exactamente 7 mil años después de que Noé se salvara del Diluvio Universal.
"La Sagrada Biblia da más pruebas increíbles de que el 21 de mayo de 2011 es exactamente el momento del Juicio Final", cuenta la página web del grupo, que también ha colocado decenas de vallas publicitarias en otras ciudades de Estados Unidos y Canadá con la profecía.---EFE
Foto de William Miller
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