BOGOTA. AP. Con una venda en su mejilla izquierda cubriendo una lesión por esquirlas de granada, el sargento de la policía Luis Alberto Erazo arribó ayer a Bogotá para reencontrarse con su familia tras permanecer casi 12 años en poder de las FARC.
El uniformado, sobreviviente de un combate que sostuvo el sábado esa guerrilla con el ejército, fue recibido por jefes policiales al descender de una avioneta de esa institución.
El ex rehén no hizo declaraciones y se limitó a saludar desde lejos a los reporteros que lo aguardaban. Erazo, de 48 años, fue encontrado con vida el sábado por la tarde por el ejército en una región rural del municipio de Solano, en el departamento de Caquetá, unos 418 kilómetros al suroeste de Bogotá.
En la misma zona el ejército había chocado más temprano con unidades de las rebeldes Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) y luego hallado los cadáveres de otros tres policías y un militar retenidos por las FARC desde fines de la década de los noventa.