Más de 630.000 viviendas y negocios se quedaron sin energía eléctrica el sábado al tiempo que el huracán Irene azotaba la costa este de Estados Unidos.
Vientos de hasta 185 kilómetros por hora (115 millas por hora) azotaban la costa, tirando los cables eléctricos de sus postes y partiendo árboles por la mitad. Los hospitales, centros de llamadas de emergencia y otras instalaciones cruciales seguían operando aún, pero los funcionarios dijeron que la situación podría empeorar en la medida en que el huracán se mueva al norte.
Vientos de hasta 185 kilómetros por hora (115 millas por hora) azotaban la costa, tirando los cables eléctricos de sus postes y partiendo árboles por la mitad. Los hospitales, centros de llamadas de emergencia y otras instalaciones cruciales seguían operando aún, pero los funcionarios dijeron que la situación podría empeorar en la medida en que el huracán se mueva al norte.