Barack Obama aprovechó la celebración ayer del Memorial Day -Día de las Fuerzas Armadas en EE UU- para dar un paso más en su profunda remodelación de la cúpula militar con el nombramiento del general Martin Dempsey como nuevo jefe del Estado Mayor Conjunto. El militar sustituye en el cargo al almirante Mike Mullen, uno de los últimos remanentes de la era Bush y pieza clave en la estrategia de defensa y seguridad del país tras los atentados del 11-S.
En una breve comparecencia en la Casa Blanca, el presidente destacó la enorme tarea que aguarda a Dempsey justo cuando el país se prepara para iniciar la retirada progresiva de las tropas en Irak y Afganistán, sin perder de vista su liderazgo en las operaciones de la OTAN en Libia. Un periodo muy delicado donde «los logros militares y los avances políticos deben ir de la mano más que nunca», destacó.