MINNEAPOLIS, Estados Unidos, Jun. 21, 2011.- Durante dos años, los simpatizantes de los Timberwolves de Minnesota fueron tentados desde el otro lado del Atlántico por la promesa mítica del basquetbol de Ricky Rubio.
Los partidos de Rubio en la liga española ACB no se veían muy seguido en televisión en esta región del mundo, así que los fanáticos miraban videos de mala calidad en YouTube para satisfacer su adicción a los pases detrás de la espalda y hábiles maniobras del base de 20 años.
Esa especie de culto misterioso sólo ayudó a intensificar la leyenda del español, que el martes se presentó en forma oficial en Minnesota al dar su primera conferencia de prensa.
"Estaba muy cómodo allá, pero Minnesota también me hace sentir cómodo", dijo Rubio. Los Wolves "me apoyaron, estaban felices por mis cosas, mis triunfos, en Barcelona, y yo pensaba: 'Me quieren allá. Siento ese cariño de allá, quiero retribuirlo"'.
Los Timberwolves escogieron a Rubio en el draft de 2009 con el quinto turno de selección, pero una abultada cláusula de rescisión con su anterior equipo en España y su deseo de mejorar su juego impidieron que se mudara de inmediato a la NBA.
Fue por momentos una negociación delicada. El presidente de basquetbol David Kahn, el subgerente general Tony Ronzone, el buscatalentos en Europa Pete Philo y el entrenador Kurt Rambis hicieron todo lo posible para mostrarle a Rubio y su familia que Minnesota, un mercado chico en la NBA y un equipo en bajo nivel actual, era el destino correcto.
"Siento que realmente me quieren aquí", dijo Rubio. "Me dio confianza para jugar aquí, jugar para ellos. Me ayudó mucho. Estoy muy contento porque esta gente trabaja aquí con los Timberwolves, porque son muy buena gente y me sentí como en casa".
Rubio manejó las preguntas de la prensa con habilidad y un inglés aceptable, aunque igual se disculpó por su nivel de dominio del idioma.
Cuando le preguntaron por qué prefería pasar antes que lanzar al aro, citó al astro de los Lakers Magic Johnson: "Una de las mejores frases de la historia fue cuando Magic Johnson dijo que una canasta hace feliz a un jugador y una asistencia hace feliz a dos jugadores".
Ante las dudas sobre su nivel de juego, que en la última temporada con el Regal Barcelona pareció estancarse, Rubio aseguró que "a veces las estadísticas no dicen qué tan bueno eres" y que lo que importa es el éxito del equipo.
"Si quisiera jugar en forma individual, me iría a jugar tenis o algo así", dijo. "Pero es un equipo".
Los Timberwolves vendieron 530 nuevos boletos de temporada completa desde que se anunció la llegada de Rubio y los asientos junto a la cancha están casi agotados, dijo el presidente Chris Wright. Es un gran avance en un estadio que solía tener muchas butacas vacías en los últimos años.
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