La primera máquina comercial de "hidrólisis alcalina" ya se encuentra instalada en una funeraria del estado de Florida, en Estados Unidos. La unidad Resomation Ltd fue creada por una compañía de Glasgow, en Escocia, y es considerada una alternativa más verde que la cremación, pues trabaja disolviendo el cuerpo en agua caliente y alcalina sin utilizar la combustión. Durante las próximas semanas, la funeraria Anderson-McQueen de San Petersburgo la utilizará por primera vez.
Se espera que próximamente otras unidades sean instaladas en el resto de EE UU, Canadá y Europa.
Según los fabricantes, el proceso produce un tercio menos de gases de efecto invernadero que la cremación, utiliza un séptima parte de la energía y permite la separación completa de las amalgamas dentales (hechas de mercurio y otros metales) para que sean eliminadas de forma segura.
El mercurio evaporado en los crematorios constituye hasta un 16% del total de emisiones de mercurio en Reino Unido.
De hecho, muchos de los hornos crematorios de ese país están instalando sistemas de filtración de mercurio para cumplir con los objetivos de reducción de emisiones.
Tecnología
"La Resomation fue desarrollada en respuesta a las crecientes inquietudes ambientales de los ciudadanos", dijo a la BBC el fundador de la compañía creadora, Sandy Sullivan.
"Ofrece una tercera opción (además del entierro y la cremación) que permite expresar esas preocupaciones de manera positiva y personal", añadió.
La instalación sólo fue posible después de que la legislatura del estado de Florida aprobara el uso de la tecnología. En EE UU, el proceso ya ha sido legalizado en seis estados más.
El sistema trabaja sumergiendo el cuerpo en una solución de agua e hidróxido de potasio, que es presurizada a diez atmósferas y se calienta a 180ºC durante un período de tiempo de dos horas y media a tres horas.
Los tejidos del cuerpo se disuelven y el líquido se vierte en el sistema de aguas servidas. Sullivan, quien es bioquímico de profesión, asegura que las pruebas demuestran que el efluente es estéril, no contiene ADN y no representa ningún riesgo ambiental.
Posteriormente, los huesos son eliminados de la unidad y luego son procesados en la misma máquina que se utiliza para aplastar los fragmentos de hueso en la cremación en cenizas.
Los metales como el mercurio, los implantes y las articulaciones artificiales son retirados de manera segura.
La máquina ya está patentada en Europa y espera ser autorizada en otros países.
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