11 octubre 2011
NBA Cancela las dos primeras semana
NUEVA YORK -- La NBA canceló el lunes las dos primeras semanas de la temporada, anunció el comisionado David Stern, y advirtió a los jugadores y los aficionados que los recortes podrían estar apenas empezando.
Stern dijo que las partes están "muy distanciadas en virtualmente todos los temas... Tenemos un golfo que nos separa".
"Con cada día que pasa, creo que necesitamos mirar nuevas reducciones en lo que ha quedado de la temporada", expresó.
Al señalar que estaba triste y apenado, Stern suprimió las dos primeras semanas de la temporada --exactamente 100 partidos-- después de que los jugadores y los propietarios fueron incapaces de lograr un nuevo contrato laboral y terminar con el cierre patronal. La decisión representa la primera suspensión de actividades en la NBA desde que la temporada de 1998-99 fue reducida a 50 partidos.
"La brecha es tan significativa que simplemente no podemos tender un puente en este momento", dijo Stern. "Ciertamente esperábamos nunca haber llegado a esto",
El presidente del sindicato, Derek Fisher, coincidió y advirtió que la cancelación de partidos pone en riesgo a la temporada.
"Esto no es donde escogimos estar", indicó. "No estamos en una situación en la que pueda lograr un acuerdo justo con la NBA".
Cuando faltan únicamente tres semanas para el inicio programado de la campaña, los principales negociadores de las dos partes se reunieron el lunes durante más de siete horas, al regresar a las conversaciones unas 14 horas después de suspender el encuentro de la noche del domingo. Las partes esperan seguir en contacto, pero no agendaron nuevas conversaciones formales.
Stern dijo que las partes están "muy distanciadas en virtualmente todos los temas. ... Tenemos un golfo que nos separa".
Stern, el subcomisionado Adam Silver, los propietarios Peter Holt, de San Antonio Spurs, Glen Taylor, de Minnesota Timberwolves y James Dolan de New York Knicks, y el vicepresidente y abogado general adjunto Dan Rube se reunieron con el director ejecutivo del sindicato Billy Hunter, el presidente del gremio Fisher, de los Los Angeles Lakers, el vicepresidente Maurice Evans, de los Washington Wizards, y los abogados Jeffrey Kessler y Ron Klempner.
Los propietarios de los equipos de la NBA impusieron un cierre patronal el 1 de julio cuando no pudieron llegar a un acuerdo antes de la expiración del entonces contrato colectivo de trabajo. La apertura de la temporada regular estaba agenda para el 1 de noviembre.
Fisher dijo que perder cualquier partido pone la temporada en riesgo y agregó que este es un paro patronal no de los jugadores, y que era decisión de los directivos no estar jugando baloncesto.
La cancelación incluye todos los juegos programados hasta el 14 de noviembre.
Con base en la asistencia promedio del año pasado en la liga (poco más de 17.300 por partido) y el costo promedio de los boletos de esa temporada, los 100 encuentros cancelados este lunes representan casi 83 millones de dólares tan sólo por la venta de boletos.
"A pesar de extensos esfuerzos, no hemos sido capaces de alcanzar un acuerdo nuevo con el sindicato de jugadores que permita que todos los 30 equipos puedan competir por un campeonato compensando al mismo tiempo de manera justa a nuestros jugadores", dijo Silver en un comunicado.
Ante otra paralización laboral, la NBA corre el riesgo de distanciarse de una base de aficionados que hizo que repuntaran los ingresos de la liga y las tasas de audiencia por televisión durante la temporada 2010-2011. Y el costo de la cancelación anuncia podría elevarse. El subcomisionado Silver dijo que la liga perdería cientos de millones de dólares, mientras Hunter, el director ejecutivo sindical, estimó las pérdidas de los jugadores en 350 millones de dólares por cada mes que siga el cierre patronal.
La supresión de las dos primeras semanas de juegos dañará los empleos que dependen de la campaña de poco más de seis meses del baloncesto profesional. Unos cuantos equipos ya han recortado personal y podría haber más despidos próximamente.
Además están quienes no trabajan directamente para los equipos de la NBA, pero que sin embargo dependen de la efervescencia que lleva la liga a sus ciudades. Acomodadores, personal de seguridad, trabajadores de estacionamientos, concesionarios, empleados de restaurantes y otros; todos ellos verán recortadas sus horas de trabajo o se unirán a los 14 millones de desempleados en Estados Unidos.
El éxito de la temporada anterior, en la cancha, en la taquilla y en los titulares de prensa, convenció a muchos de que las partes nunca llegarían a este punto.
Pero los propietarios de mercados pequeños se endurecieron después de mirar a LeBron James salir de Cleveland Cavaliers para jugar en Miami Heat, a Amare Stoudemire cambiar a Phoenix Suns por Nueva York, y a Carmelo Anthony utilizar más tarde su inminente situación de agente libre como efecto de palanca para asegurar un cambio de Denver Nuggets a los Knicks.
Estos jugadores querían cambios que les permitieran aprovechar su condición de súper astros y competir por títulos con los equipos de cartera abultada de Los Angeles, Boston Celtics y Dallas Mavericks, los cuales han conquistado los cuatro últimos campeonatos.
AP // www.dominicanosenbasket.com
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