LeBron James anotó ayer jueves 45 puntos y
capturó 15 rebotes, para abrumar a los Celtics de Boston y guiar al Heat
de Miami a una victoria de 98-79 que forzó un séptimo juego en la final
de la Conferencia del Este.
James
eludió la eliminación con la mis
ma facilidad con la que dribló a cada
uno de los defensores que intentaron detenerlo, James acertó 19 de 26
tiros de campo y terminó a cuatro puntos de su récord en postemporada.
Jugó 45 minutos, sentándose sólo cuando la victoria estaba asegurada por
mucho.
Dwyane Wade agregó 17 unidades para el Heat, que necesita un triunfo el sábado en el Juego siete en Miami para regresar a la final de la NBA.
Rajon
Rondo registró 21 puntos y 10 asistencias para Boston. Kevin Garnett y
Brandon Bass anotaron cada uno 12 unidades, pero Paul Pierce sólo
encestó nueve al acertar cuatro de 18 tiros de campo.
Cambiando la historia
La brillante actuación de LeBron es un aliciente perfecto para calmar parte de los sufrimientos y decepciones de que ha sido víctima en la cancha de Boston desde que militaba con el conjunto de los Cavaliers de Cleveland. Al llegar a Miami la situación incluso empeoró al perder siete de ocho encuentros como visitante.
La brillante actuación de LeBron es un aliciente perfecto para calmar parte de los sufrimientos y decepciones de que ha sido víctima en la cancha de Boston desde que militaba con el conjunto de los Cavaliers de Cleveland. Al llegar a Miami la situación incluso empeoró al perder siete de ocho encuentros como visitante.
El Heat tenía la urgente necesidad de ganar aquí un salvador sexto partido de la final de la Conferencia
del Este, para evitar una cuarta derrota consecutiva ante los Celtics,
un quinto revés en fila en Boston y un segundo año al hilo de promesas
incumplidas por parte del trío formado por James, Dwyane Wade y Chris
Bosh.
Fue en Boston donde James se despidió de los Cavaliers, arrancándose la camiseta cuando abandonaba la cancha después del sexto partido de la semifinal de la Conferencia del Este en 2010. Los Celtics estropearon la mejor oportunidad que había tenido el dos veces nombrado Jugador Más Valioso de la NBA para ganar un título con el equipo de la ciudad donde creció.
Pero
Miami ha pasado incluso peores predicamentos en Boston, al cosechar
sólo un triunfo desde que Kevin Garnett, Paul Pierce y Ray Allen unieron
fuerzas.
En total, Miami había perdido hasta anoche 15 de sus
últimos 16 partidos de la temporada regular en la casa de los Celtics,
pero mañana sábado, en su casa y con la gran inspiración de LeBron
podría consagrarse una de las venganzas más dulce de la NBA, además de ganar el título de la Conferencia del Este.
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