El número dos de Al Qaida, el libio Abu Yahya
al Libi, murió en un bombardeo con drones en Pakistán, anunciaron ayer
martes portavoces de Estados Unidos, que aseguraron haber infligido un
“revés mayor” a la red extremista algo más de un año después de la muerte de Osama bin Laden.
“Nuestro gobie
rno pudo confirmar la muerte
de Al Libi”, declaró el portavoz de la Casa Blanca Jay Carney luego que
otro alto funcionario estadounidense dijera tener “un alto nivel de
confianza” en la veracidad del fallecimiento del dirigente de Al Qaida.
Los funcionarios estadounidenses se negaron a confirmar las circunstancias de la muerte
de Al Libi, pero las autoridades paquistaníes habían anunciado un
bombardeo con aviones teleguiados sobre un complejo de viviendas situado
en las regiones tribales del noroeste del país, un santuario de Al
Qaida cercano a la frontera afgana.
La operación, desarrollada la madrugada del lunes, habría causado la muerte de 15 insurgentes islamistas, una cifra no confirmada por Washington.
El objetivo era Al Libi, había indicado en la noche el cotidiano The New York Times.
El anterior número dos de Al Qaida, Atiyah abd al Rahman, había muerto
también en Pakistán, en la región tribal de Waziristán, el 22 de agosto.
Luego del asesinato de Osama bin Laden a inicios de mayo de 2011 en un
ataque de comandos en Pakistán, su número dos, el egipcio Ayman al
Zawahiri, asumió el liderazgo de la red. Abou Yahya al Libi, un libio
considerado como uno de los principales teóricos de Al Qaida, apareció
en varias oportunidades en los últimos años en mensajes de video en la red.
Ben Venzke, experto del IntelCenter, un centro de vigilancia de los sitios islamistas, estimó que “la muerte de Al Libi va a afectar a toda la comunidad de ‘yijadistas’, al ser una de sus figuras más visibles en todo el mundo”.
UN ARMA MÁS CONTRA LOS REPUBLICANOS
En el terreno político, la operación puede serle redituable al presidente estadounidense Barack Obama. A cinco meses de los comicios en que buscará su reelección, el mandatario tiene un arma para contrarrestar los ataques de su adversario republicano Mitt Romney, que lo acusa de mostrarse débil a nivel internacional. Por el contrario, las relaciones ya tensas entre Washington e Islamabad pueden sufrir una nueva degradación, luego de la operación clandestina de las fuerzas especiales estadounidenses que condujo al asesinato de Bin Laden.
En el terreno político, la operación puede serle redituable al presidente estadounidense Barack Obama. A cinco meses de los comicios en que buscará su reelección, el mandatario tiene un arma para contrarrestar los ataques de su adversario republicano Mitt Romney, que lo acusa de mostrarse débil a nivel internacional. Por el contrario, las relaciones ya tensas entre Washington e Islamabad pueden sufrir una nueva degradación, luego de la operación clandestina de las fuerzas especiales estadounidenses que condujo al asesinato de Bin Laden.
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