A lo largo de la historia, la mitología ha atribuido numerosas características de animales a muchos de los personajes que protagonizan sus historias.
Sin embargo, gracias al blog «Resolviendo la incógnita», hoy descubrimos que, por difícil que parezca, estos extraños sucesos se dan también en el mundo real.
Uno de esos ejemplos es el caso de la tribu vadoma, que habita el valle del Zambeze en Zimbabue. Muchos de los miembros de esta tribu presentan una malformación en sus pies,
que presentan solo dos dedos deformados, lo que provoca que estos parezcan la garra de un avestruz.
Este trastorno genético, conocido como ectrodactilia, fue documentado por primera vez en 1770 por Jan Jacob Hartsinck, director de la Compañía Neerlandesa de las Indias Orientales, tras observarlo en una tribu de esclavos de África central que habían sido llevados a la Guayana Holandesa.
Con el tiempo, la historia se fue convirtiendo en una leyenda, hasta que en los años 60 se empezaron a publicar entrevistas de testigos que conocían el fenómeno, muy habitual entre los miembros de la tribu vadoma. Esta malformación también es relativamente frecuente entre los miembros de la tribu talaunda, presente en Zimbabue y Bostwana.
A pesar de que los hombres con «pies de avestruz» no son una leyenda, sí lo son lo son las afirmaciones de que se cuentan por cientos. Entre los vadoma y talaunda de Zimbabue, solo había dos familias con personas afectadas con esta condición. Además, dentro de estas familias, su número era reducido, por lo que se supone que ambas tribus comparten un ancestro común que pudo transmitir el gen que provoca la ectrodactilia.
En el caso de los hombres con pies de avestruz, esta alteración que puede afectar a manos y pies les permite escalar árboles con gran habilidad. En el lado de los inconvenientes, encontrar un calzado apto para sus pies es una auténtica misión imposible.
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