La suspensión impuesta por la NBA no ha sentado bien en el seno de los Heat, que han sorprendido con un comunicado en el que no sólo defienden a Wade sino que además acusan a la liga de que no protege a sus jugadores que son "objeto" de todo tipo de entradas "duras" y "orquestadas".
"Estamos en desacuerdo con la suspensión y además reclamamos que se proteja a nuestros jugadores que han sido tratados de forma dura por el resto de los equipos", destaca el comunicado. "Queremos que nuestro sentir llegue a conocimiento de la liga".
Los Heat presentan a Wade como un jugador "ejemplar" en todos los aspectos durante los últimos 10 años, que además ha tenido una "influencia positiva" en la manera de comportarse y cumplir con el reglamento.
Durante las pasadas temporadas la liga, que no explica sus decisiones disciplinarias, ha estudiado varias faltas cometidas por Wade sin que tuviesen ningún efecto sancionador.
Wade, que se encuentra con el equipo en Detroit para el partido de esta noche, dijo que las acciones en el partido del miércoles eran normales en un partido de baloncesto y lo que sucedió es que cuando observaron el vídeo quisieron ver sólo una versión.
Por su parte, Sessions, que fue el que recibió el golpe de Wade en la ingle izquierda, comentó que no había tenido ningún tipo de comunicación con la estrella de los Heat desde el partido, pero que para nada se sentía molesto u ofendido.
"Los responsables de la NBA observaron el vídeo y vieron lo que todos habíamos visto, que fue un golpe en la ingle", destacó Sessions. "No hay ningún secreto, son cosas que suceden en la competición durante un partido".
El entrenador de los Bobcats, Mike Dunlap, reconoció que la liga se vio obligada a tomar algún tipo de acción contra Wade.
"Cuando observamos el vídeo era obvio que la NBA tenía que hacer algo", declaró Dunlap. "Dwyane (Wade) es una gran persona y representa lo mejor de la liga, pero no hay lugar para lo que hizo".
El entrenador de los Heat, Erik Spoelstra, denunció públicamente que sus jugadores estrellas estaban siendo objeto de entradas fuertes por parte de los equipos rivales.
Antes de que sucediese el incidente entre Wade y Sessions, el alero LeBron James recibió una entrada dura por parte del escolta Gerald Henderson, de los Bobcats, que se quedó sin ningún tipo de castigo.
"Fue un partido de dureza física y hubo todo tipo de golpes por ambas partes", comentó Spoelstra. "Lo que sucede es que nosotros como organización estamos hartos de recibir siempre los golpes, especialmente Dwyane (Wade), LeBron (James) y el pívot Chris (Bosh), lo que significa que hay un plan establecido contra nosotros".
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