Según el expediente instrumentado, al imputado se le ocupó la cantidad de dos porciones de un polvo blanco, que el Instituto Nacional de Ciencias Forenses (INACIF) certificó como cocaína clorhidratada, con un peso de 55.49 gramos.
El Ministerio Público aportó cada una de las pruebas que sustentaron la acusación, entre las que se resaltan periciales y testimoniales.
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