Las condiciones de precariedad y la espera de la ayuda prometida, mantienen en la desesperación a Yuri Antonia Padilla, la mujer mutilada por su expareja sentimental.
Padilla, quien residía en el barrio el Congo, de Santiago, desde el pasado mes de diciembre, tuvo que regresar a casa de la madrina de uno de sus hijos en la comunidad la Atravesada de Altamira en Puerto Plata. Yuri quedó inválida de sus manos y brazos, tras perder los dedos de la mano derecha y la amputación del brazo izquierdo debido a los machetazos propinados por su expareja, Daniel Cruz.
Las terapias que debía recibir para poder colocarle una prótesis fueron suspendidas por la falta de recursos económicos para desplazarse desde su comunidad natal hacia Santiago. Durante los tres meses que permaneció en el apartamento propiedad de un pariente fueron difíciles, pues carecía de servicio eléctrico y gas licuado de petróleo para cocer sus alimentos.
“Ya no podía seguir en esas condiciones, por eso tuve que regresar a casa de una comadre, madrina de uno de mis hijos”, expresó Padilla al hablar vía telefónica con reporteros de elCaribe. A los problemas económicos que enfrenta, también se suma el no poder ver a sus hijos, quienes están en un hogar de paso en Santiago.
Yuri es madre de dos niños, uno de seis años de edad y otro de un año y seis meses, procreados con su agresor Daniel Cruz. Tras dar a conocer el caso, varias instituciones llamaron interesadas en ayudar en su causa, pero según Padilla, muy pocos han hecho realidad el anuncio. “Yo me siento como que me dejaron abandonada, mi condición es difícil”,dijo.
Los primeros interesados en su caso fueron el Ministerio de la Mujer en Santiago y la Fiscalía de este distrito judicial, pese a que la tragedia ocurrió en Puerto Plata. El caso se encuentra en audiencia preliminar. El pasado lunes fue la más reciente audiencia, pero fue aplazada debido a que su agresor, Daniel Cruz, no acudió. Según Padilla, Cruz es protegido por un hermano. - See more at:
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