Un importante progreso en la creación de vacunas genéticas realizaron investigadores de la Universidad de Leeds, en Reino Unido, y de la Clínica Mayo de Rochester, Estados Unidos.
Se trata del uso de un virus que contiene fragmentos de ADN que son la causa del cáncer de próstata, los cuales al ser inyectados en la sangre de ratones enfermos producen grandes cantidades de anticuerpos que terminan destruyendo este tumor. Los esperanzadores resultados se publican en la última edición de Nature Medicine.
Hasta ahora los investigadores temían que una vacuna con varios genes pudiera provocar un verdadero estallido inmunológico, que se pudiera descontrolar y causar la muerte del paciente.
Por eso se sorprendieron al ver que la actual vacuna funciona sin contratiempos y tiene los efectos deseados que son destruir las células malignas.
El siguiente paso es probar su eficacia en humanos
Luego de este exitoso experimento, los científicos planean el diseño de varias otras vacunas que puedan atacar tumores de distintos órganos específicos.
Para esto sólo se requiere identificar los genes malignos de cada tumor, introducirlos en un virus especial e inyectar millones de estos virus en la sangre del paciente para provocar la destrucción del cáncer.
Al ser varios los genes usados, son varias las rutas de ataque que se abren hacia el tumor, lo que asegura el éxito de esta terapia.
"Ésta es la primera vez que logramos tener éxito usando varios genes en una vacuna, sin dañar ningún otro órgano, salvo el que está afectado por el tumor", dice el doctor Alan Melcher de la Universidad de Leeds y coautor del estudio.
Para tener estos resultados, la clave fue que los genes fueran todos específicos de la próstata.
Para el profesor Peter Johnson, jefe clínico del Centro de Investigación del Cáncer del Reino Unido, estamos ante un interesante estudio que podría ampliar el uso de vacunas para tratar distintos tumores
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