El «Atlantis» volvió ayer a la Tierra, con sus cuatro tripulantes a bordo, tras una exitosa misión de 13 días, la STS-135, con la que la NASA da por concluido el programa de los transbordadores espaciales tras treinta años de servicio.
El «Atlantis» emergió del crepúsculo y aterrizó en la pista del Centro Espacial Kennedy, en Cabo Cañaveral (Florida), a las 11.58 de la mañana. Los empleados de la NASA y el mundo entero asistieron a uno de esos momentos que pueden calificarse de «históricos»: el comandante Chris Ferguson, el piloto Dough Hurley y los especialistas de la misión Sandra Magnus y Rex Walheim tocaban tierra en el último viaje que realizará un transbordador.
A pie de pista les esperaban compañeros de la NASA, incluido el director de la agencia espacial, Charles Bolden, veterano de las misiones STS-61-C, STS-31, STS-45, STS-60, quien agradeció su «increíble» trabajo. «Han vuelto los que serán conocidos como los «cuatro últimos». Habéis hecho un increíble trabajo. Estamos muy orgullosos», dijo Bolden.
«Este vuelo final del transbordador marca el final de una era, pero hoy renovamos nuestro compromiso de continuar los vuelos tripulados y tomar las medidas necesarias y difíciles pasos para asegurar el liderazgo de Estados Unidos en los vuelos espaciales tripulados en los años venideros», aseguró.
En unas breves palabras, el comandante Ferguson aseguró que «volar al espacio fue un sueño que se convirtió en realidad» y en nombre de la tripulación agradeció «el trabajo en equipo de todos los que lo hicieron posible». «Aunque nosotros hemos hecho el viaje, queremos asegurarles que todo el mundo que ha trabajado, tocado, mirado, envidiado o admirado un transbordador ha sido parte de esta aventura», aseguró.
El «Atlantis» regresó tras completar 200 órbitas a la Tierra y haber recorrido 8,5 millones de kilómetros. Durante su misión, en la que estuvo acoplado 8 días, 15 horas y 21 minutos a la Estación Espacial Internacional, llevó más de 4.000 kilos de piezas de repuesto y suministros, incluidos 1.200 kilos de comida, además de experimentos como un proyecto para desarrollar una vacuna contra la salmonela.
Su próximo destino es el museo del Centro Espacial Kennedy para «admiración» de las generaciones futuras. En el Centro Espacial Johnson en Houston, desde donde se dirige el control de operaciones, la emoción estaba a flor de piel.
El director de vuelo, Tony Ceccacci, felicitó a la tripulación y agradeció a todo el equipo el trabajo para «concluir con éxito el programa de transbordadores».
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