En el país se están registrando alrededor de 1,540 infartos cerebrales al mes, con la agravante de que está teniendo presencia en hombres jóvenes entre los 20 y 28 años, que no tienen en su contra los tradicionales factores de riesgos, lo que lleva a los médicos a asociarlos al uso y abuso de estimulantes sexuales.
Así lo reveló ayer el neurocirujano Luis Eduardo Suazo, director de la Unidad de Neurociencia del Centro de Medicina Avanzada (Cedimat), al ser entrevistado durante el desarrollo de la IX Jornada Médico Científica doctor Juan Manuel Taveras, que concluyó ayer. El especialista expuso sobre el tema Revascularización Endovascular en ACV Isquémicos.
Dijo que el incremento de las enfermedades cerebro vascular preocupa entre los médicos dada su incidencia, ya que ocupa el primer lugar dentro de las causas de invalidez y ha superado el cáncer como causa de muerte, pero que lo que más le llama la atención en el país es el caso de personas jóvenes que no son obesas, no fuman, consumen alcohol ocasionalmente y no tienen historia de hipertensión, y que tienen en común el uso de estimulantes sexuales.
Lo que más llama la atención en el país son los casos de personas jóvenes que no son obesas, no fuman y no tienen historia de hipertensiónExplicó que médicos de Cedimat están realizando un estudio sobre los casos de infartos cerebrales en jóvenes para tener datos más acabados sobre la problemática de los accidentes cerebro vasculares y los estimulantes sexuales. Recordó que los factores de riesgos de los infartos cerebrales están asociadas a hipertensión, diabetes, fumar, consumo de drogas y que ocurre mayormente en personas entre los 43 y 78 años, en especial entre los 63 y 75 años, en igual proporción en hombres y mujeres. El especialista en embolizaciones cerebrales explicó que el infarto cerebral ocurre de manera súbita, no causa un dolor fuerte, pero la persona empieza a sentirse raro, como perder fuerza, cuando intenta agarrar algo se le cae, no coordina bien los movimientos, la lengua empieza a sentirse pesada y con habla estropajosa, sentir calambre en una pierna o brazo, entre otras manifestaciones, lo que es el momento de acudir inmediatamente al médico.
Explicó que las primeras seis a siete horas de iniciar el infarto cerebral son vitales para garantizar la recuperación del paciente, ya que con el método de revascularización de arterias celebrales infartadas, el cual es realizado en Cedimat, se puede destruir ese coagulo a través del proceso de embolización, que consiste en introducir un pequeño catéter desde la ingle o en la muñeca hasta la arteria obstruida, permitiendo así disolver el coagulo o extraerlo mediante la colocación de un dispositivo llamado stent.
Dijo que cuando se consigue eliminar la obstrucción de la arteria a tiempo se evita el infarto cerebral y el paciente puede recuperar sus funciones habituales y no quedan con ninguna secuela.
Suazo reveló que en el 2006 en el país se registraron 16,000 infartos cerebrales y que en el 2010 el número de casos se elevó a 18,500.
Experiencia
Explicó que Cedimat tiene seis años realizando ese tipo de procedimientos con resultados comparables con estándares de los más importantes centros internacionales, los cuales serán presentados en un congreso mundial que se realizará en Surafrica.
Reveló que en Cedimat han sido sometido a ese procedimiento 70 pacientes con un 100 por ciento de revascularización, con una casuística de dos fallecimientos y el 67 por ciento de los pacientes son capaces de llevar su vida habitual.
El especialista en embolizaciones cerebrales explicó que cuando un paciente llega con signos de alertas, los médicos lo evalúan en tres áreas, primero se le pide que sonría para evaluar asimetría, que mueva los brazos y piernas para determinar falta de coordinación y que repita una frase para ver la comprensión.
Así lo reveló ayer el neurocirujano Luis Eduardo Suazo, director de la Unidad de Neurociencia del Centro de Medicina Avanzada (Cedimat), al ser entrevistado durante el desarrollo de la IX Jornada Médico Científica doctor Juan Manuel Taveras, que concluyó ayer. El especialista expuso sobre el tema Revascularización Endovascular en ACV Isquémicos.
Dijo que el incremento de las enfermedades cerebro vascular preocupa entre los médicos dada su incidencia, ya que ocupa el primer lugar dentro de las causas de invalidez y ha superado el cáncer como causa de muerte, pero que lo que más le llama la atención en el país es el caso de personas jóvenes que no son obesas, no fuman, consumen alcohol ocasionalmente y no tienen historia de hipertensión, y que tienen en común el uso de estimulantes sexuales.
Lo que más llama la atención en el país son los casos de personas jóvenes que no son obesas, no fuman y no tienen historia de hipertensión
Explicó que las primeras seis a siete horas de iniciar el infarto cerebral son vitales para garantizar la recuperación del paciente, ya que con el método de revascularización de arterias celebrales infartadas, el cual es realizado en Cedimat, se puede destruir ese coagulo a través del proceso de embolización, que consiste en introducir un pequeño catéter desde la ingle o en la muñeca hasta la arteria obstruida, permitiendo así disolver el coagulo o extraerlo mediante la colocación de un dispositivo llamado stent.
Dijo que cuando se consigue eliminar la obstrucción de la arteria a tiempo se evita el infarto cerebral y el paciente puede recuperar sus funciones habituales y no quedan con ninguna secuela.
Suazo reveló que en el 2006 en el país se registraron 16,000 infartos cerebrales y que en el 2010 el número de casos se elevó a 18,500.
Experiencia
Explicó que Cedimat tiene seis años realizando ese tipo de procedimientos con resultados comparables con estándares de los más importantes centros internacionales, los cuales serán presentados en un congreso mundial que se realizará en Surafrica.
Reveló que en Cedimat han sido sometido a ese procedimiento 70 pacientes con un 100 por ciento de revascularización, con una casuística de dos fallecimientos y el 67 por ciento de los pacientes son capaces de llevar su vida habitual.
El especialista en embolizaciones cerebrales explicó que cuando un paciente llega con signos de alertas, los médicos lo evalúan en tres áreas, primero se le pide que sonría para evaluar asimetría, que mueva los brazos y piernas para determinar falta de coordinación y que repita una frase para ver la comprensión.
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