Una nueva planta que “se agacha” para depositar sus semillas fue descubierta en el bosque atlántico en el estado de Bahía, en el noreste de Brasil.
El nombre que se ha dado a la especie, Spigelia genuflexa, refleja precisamente sus singulares características, la de “arrodillarse”.
La especie fue descubierta gracias a la pasión de un botánico aficionado, Alex Popovkin, y la curiosidad de uno de sus colaboradores.
El nombre que se ha dado a la especie, Spigelia genuflexa, refleja precisamente sus singulares características, la de “arrodillarse”.
La especie fue descubierta gracias a la pasión de un botánico aficionado, Alex Popovkin, y la curiosidad de uno de sus colaboradores.
Popovkin, de origen ruso y residente en Estados Unidos antes de emigrar a Brasil, supo de inmediato que se trataba de una especie desconocida. El botánico ya ha fotografiado y registrado cerca de 800 especies de plantas en su propiedad en Bahía.
“Me ha llevado 30 años, desde mis días como voluntario en los invernaderos del Jardín Botánico de la Universidad de San Petersburgo, en Rusia, poder cumplir mi sueño de vivir en el trópico y estudiar sus plantas”, señaló Popovkin.
“Me ha llevado 30 años, desde mis días como voluntario en los invernaderos del Jardín Botánico de la Universidad de San Petersburgo, en Rusia, poder cumplir mi sueño de vivir en el trópico y estudiar sus plantas”
Alex Popovkin
La planta fue hallada por José Carlos Mendes Santos, conocido como Louro, un trabajador del establecimiento de Popovkin, quien fue testigo del inusual comportamiento de S. genuflexa y conociendo el interés de su empleador, le llamó la atención sobre ella.
La especie fue descrita posteriormente tras análisis genéticos por Lena Struwe, profesora de botánica de la Escuela de Ciencias Ambientales y Biológicas de la Universidad Rutgers, en Estados Unidos, quien colaboró con Popovkin.
“Era muy claro que la planta era miembro de la familia Loganiaceae y de su género Spigelia, pero no se trataba de una especie conocida”, explicó Struwe.
El descubrimiento fue publicado este mes en la revista científica PhytoKeys.
Comportamiento extraordinario
Una vez que la frutas se forman, las ramas de la planta se doblan para depositar cápsulas con semillas en el suelo. Las semillas son a veces enterradas en capas de musgo, un fenómeno que se conoce como geocarpia. ¿Pero cómo se explica esta característica?
José Carlos Mendes Santos, conocido como Louro
José Carlos Mendes Santos, conocido como Louro
La planta fue detectada por primera vez por José Carlos Mendes Santos, conocido como Louro.
“Las especies que hacen descender sus ramas han desarrollado este mecanismo evolutivo por una o más razones. Es probable que el motivo, en este caso, sea que la vida de la planta es muy breve, apenas unos meses”, dijo Struwe a BBC Mundo.
“Vive además en pequeños fragmentos de hábitat favorable, de modo que la planta madre tendrá más éxito si deposita sus semillas muy cerca de ella, en lugar de dispersarlas en otros sitios más lejanos que pueden tener condiciones menos apropiadas”.
La planta sólo sobrevive una estación y la madre no competirá con sus hijas, lo que sería un problema si se tratara de plantas de vida más prolongada.
De acuerdo a la profesora de Rutgers, aún no se sabe exactamente cómo la planta logra hacer descender sus ramas. Struwe señala que la característica distintiva de S. genuflexa puede haber evolucionado a partir de una mutación. Las plantas con ramas que se doblan tuvieron semillas más éxitosas y acabaron creando una nueva especie, en un ejemplo de selección natural y evolución en acción.
“Otras plantas con geocarpia desarrollaron este mecanismo por vivir en laderas o en acantilados, de modo que en lugar de simplemente dejar caer las semillas, las depositan en grietas. También se da el caso de plantas que entierran sus semillas para evitar depredadores, algo que sucede en el caso del maní o cacahuate”, explicó Struwe.
El sueño de Alex Popopvkin
El sueño de Alex Popopvkin
El descubrimiento de la nueva especie es especialmente emocionante para Popovkin.
Alex Popovkin
Alex Popovkin
Alex Popovkin ya recolectó en su propiedad en Bahía cerca de 800 especies, incluyendo varias nuevas.
“Fui a Salvador, en Bahía, por primera vez durante unas vacaciones. En aquella época, en 1985, vivía en Nueva York. Me enamoré del lugar, del clima, de la naturaleza y comencé a pensar en vivir ahí algún día”, dijo Popovkin a BBC Mundo.
Le llevó cinco años al botánico aficionado juntar el dinero hasta que finalmente en 1991 se estableció en una zona rural en Bahía, unos 130 kms al noreste de Salvador.
“Hace cinco años comencé a fotografiar y registrar plantas. Mis colecciones se encuentran en el Herbario de la Universidad Estatal en Feira de Santana, Bahía, donde hay un departamento de botánica extraordinariamente bueno con especialistas reconocidos internacionalmente”.
“Cada día me dedico a la botánica y hago investigación online, y una vez por semana hacemos recorridos cortos con Louro en su motocicleta. Ya he recolectado más de 900 plantas de cerca de 800 especies diferentes, incluyendo algunas que no habían sido recolectadas en Brasil durante 60 años. Otras tres especies nuevas están siendo estudiadas ahora en colaboración con otros botánicos”.
Ecosistema en peligro
Ecosistema en peligro
Para la profesora Lena Struwe, la historia de Spigelia genuflexa muestra que los científicos necesitan del “trabajo de naturalistas aficionados y científicos ciudadanos para ayudar a descubrir y describir la increíble biodiversidad que ha evolucionado en la Tierra. Nuevas especies se descubren cada día, pero hay tanto que aún no sabemos”.
“Áreas extensas del bosque atlántico ya han sido desforestadas por la acción humana y transformadas en tierras agrícolas. Los pequeños fragmentos que aún quedan deben ser protegidos y preservados”
Lena Struwe, Universidad Rutgers, Estados Unidos
El descubrimiento en Bahía también deja en evidencia, según Struwe, la necesidad de proteger el bosque atlántico. Este ecosistema cubrió en el pasado gran parte de la costa brasileña, pero se estima que más del 90% se ha destruido a lo largo de los siglos.
Sin embargo, aún alberga una gran diversidad biológica, incluyendo cerca de 200 especies de aves y 21 especies de primates que sólo se encuentran en esta parte del mundo.
“Áreas extensas del bosque atlántico ya han sido desforestadas por la acción humana y transformadas en tierras agrícolas. Los pequeños fragmentos que aún quedan deben ser protegidos y preservados”.
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