07 septiembre 2011
Una gigantesca llamarada solar amenaza el campo magnético de la Tierra
Una activa mancha solar que entró en erupción la noche del martes produjo una llamarada solar de clase X (la más intensa) y arrojó un filamento de material en dirección a la Tierra. La NASA advirtió que esta nube de plasma podría golpear el campo magnético de nuestro planeta y causar estragos en las comunicaciones por radio, las señales de GPS y las redes de energía.
El Observatorio Solar y Heliosférico (SOHO, en sus siglas en inglés) ha detectado una eyección de masa coronal que emerge del lugar de la explosión y se dirige en dirección al sur de la línea Sol-Tierra. Concretamente, la tormenta estalló a las 22.12 horas (hora peninsular) de este martes y alcanzó su pico de fuerza ocho minutos más tarde. Si las erupciones solares tienen tres tipos de clasificación según su intensidad -X, las más poderosas; M, resistencia media; y C, las más débiles- la NASA clasificó esta erupción de clase X-2.1.
Del mismo modo, los investigadores tratan ahora de tomar la medida a la eyección de masa coronal que podría dirigirse hacia la Tierra. Las eyecciones son enormes nubes de plasma solar que viajan en el espacio, pudiendo alcanzar los 5.000.000 de kilómetros por hora.
Si estas nubes llegaran a la Tierra podrían causar alteraciones en las señales de GPS, las comunicaciones de radio y redes de energía, alertó la NASA.
La segunda en una semana
Este fenómeno se ha producido 24 horas después de otra tormenta solar que tuvo lugar a las 01.50 horas (hora española) del pasado lunes y que alcanzó una intensidad de M-5. Al ser menor la intensidad de la explosión, la eyección ha viajado a menos de 1,2 millones de kilómetros por hora, por lo que en este caso aunque la nube golpeara el campo magnético de la Tierra "no causaría mucho daño", ha apuntado la agencia estadounidense.
La NASA señaló que las tormentas surgidas en los últimos días no son casos aislados y apuntó que la actividad solar aumentó durante los últimos meses después de que el Sol despertó de una fase de reposo prolongado en su ciclo de 11 años de actividad.
El mes pasado el sol "dejó escapar" una llamarada solar X-6,9, que fue la tormenta solar más potente desde diciembre de 2006. Esa tormenta, que estalló el pasado 9 de agosto también generó eyecciones de masa coronal, pero en este caso no se produjeron en dirección a la Tierra.
Otro evento de gran alcance, una llamarada de clase X-2,2, tuvo lugar en febrero de este año, pero en esa ocasión toda la energía enviada por el Sol se desvió de forma inocente hacia los polos de la Tierra. Se calcula que, en los próximos meses, se producirán no menos de 1.700 tormentas solares de igual o mayor intensidad.
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