CHICAGO, EEUU (Reuters) - Las mujeres que beben cuatro tazas de café al día tienen un 20 por ciento menos de posibilidades de tener depresión que las que raramente toman café, dijeron el lunes unos investigadores estadounidenses.
La cafeína es el estimulante del sistema nervioso central consumido con más frecuencia en el mundo, y el consumo de café representa alrededor del 80 por ciento de la ingesta de cafeína.
Tomar café mejora la energía y el bienestar, dijo Alberto Ascherio, de la Facultad de Salud Pública de Harvard.
"Este efecto a corto plazo es lo que impulso el consumo de cafeína", dijo Ascherio, cuyo estudio aparece en la revista Archives of Internal Medicine.
"Aquí estamos mirando el consumo crónico a largo plazo del café cafeinado", dijo Ascherio en una entrevista telefónica.
Su equipo estudió a más de 50.000 mujeres apuntadas en un estudio de salud de enfermeras. Las mujeres tenían una edad media de 63 años, y ninguna estaba deprimida cuando inició el estudio.
El equipo de Ascherio midió el consumo de café basándose en datos de las mujeres durante 14 años, remontándose a 1976. Entonces clasificó a las mujeres en función de cuánto café bebían y las siguieron durante otros 10 años.
"Descubrimos que las mujeres que bebían habitualmente cuatro o más tazas de café al día tenían un 20 por ciento menos de posibilidades de tener depresión que las que raramente o nunca bebían café", dijo Ascherio.
El equipo se centró específicamente en el café, pero dijeron que tuvieron conclusiones similares cuando se fijaron en el consumo de cafeína en general, incluyendo bebidas cafeinadas y chocolate. Descubrieron que las mujeres que estaban entre las cinco primeras por consumo de cafeína tenían un 20 por ciento menos de posibilidades de tener depresión que las que estaban entre las cinco últimas.
El equipo estableció un intervalo de dos años o período de latencia entre cuando empezaron a medir el consumo de cafeína y su evaluación de depresión para asegurarse de que no estaban analizando sólo a mujeres que estaban demasiado deprimidas para ser bebedoras habituales de café.
Ascherio dijo que había muy pocos estudios que se fijaran en los efectos a largo plazo del consumo de café. Un estudio más pequeño en Finlandia halló que los hombres que bebían mucho café tenían menos posibilidades de suicidarse.
Y el propio equipo de Ascherio ha mostrado que beber mucho café puede proteger de la enfermedad de Parkinson tanto en hombres como en mujeres.
Dijo que aún no está claro cómo protege el café de la depresión, pero que había algunas pistas.
Estudios animales han mostrado que la cafeína protege contra ciertas neurotoxinas. Y receptores cerebrales que responden a la cafeína están concentrados en los ganglios basales, un área que es importante tanto para la depresión como para la enfermedad de Parkinson.
Ascherio subrayó que el estudio no demuestra que el café baje el riesgo de depresión, sólo que podría proteger contra la depresión de alguna manera, y que se necesitaban muchos más estudios para demostrar si el café podía usarse para prevenir la depresión.
La cafeína es el estimulante del sistema nervioso central consumido con más frecuencia en el mundo, y el consumo de café representa alrededor del 80 por ciento de la ingesta de cafeína.
Tomar café mejora la energía y el bienestar, dijo Alberto Ascherio, de la Facultad de Salud Pública de Harvard.
"Este efecto a corto plazo es lo que impulso el consumo de cafeína", dijo Ascherio, cuyo estudio aparece en la revista Archives of Internal Medicine.
"Aquí estamos mirando el consumo crónico a largo plazo del café cafeinado", dijo Ascherio en una entrevista telefónica.
Su equipo estudió a más de 50.000 mujeres apuntadas en un estudio de salud de enfermeras. Las mujeres tenían una edad media de 63 años, y ninguna estaba deprimida cuando inició el estudio.
El equipo de Ascherio midió el consumo de café basándose en datos de las mujeres durante 14 años, remontándose a 1976. Entonces clasificó a las mujeres en función de cuánto café bebían y las siguieron durante otros 10 años.
"Descubrimos que las mujeres que bebían habitualmente cuatro o más tazas de café al día tenían un 20 por ciento menos de posibilidades de tener depresión que las que raramente o nunca bebían café", dijo Ascherio.
El equipo se centró específicamente en el café, pero dijeron que tuvieron conclusiones similares cuando se fijaron en el consumo de cafeína en general, incluyendo bebidas cafeinadas y chocolate. Descubrieron que las mujeres que estaban entre las cinco primeras por consumo de cafeína tenían un 20 por ciento menos de posibilidades de tener depresión que las que estaban entre las cinco últimas.
El equipo estableció un intervalo de dos años o período de latencia entre cuando empezaron a medir el consumo de cafeína y su evaluación de depresión para asegurarse de que no estaban analizando sólo a mujeres que estaban demasiado deprimidas para ser bebedoras habituales de café.
Ascherio dijo que había muy pocos estudios que se fijaran en los efectos a largo plazo del consumo de café. Un estudio más pequeño en Finlandia halló que los hombres que bebían mucho café tenían menos posibilidades de suicidarse.
Y el propio equipo de Ascherio ha mostrado que beber mucho café puede proteger de la enfermedad de Parkinson tanto en hombres como en mujeres.
Dijo que aún no está claro cómo protege el café de la depresión, pero que había algunas pistas.
Estudios animales han mostrado que la cafeína protege contra ciertas neurotoxinas. Y receptores cerebrales que responden a la cafeína están concentrados en los ganglios basales, un área que es importante tanto para la depresión como para la enfermedad de Parkinson.
Ascherio subrayó que el estudio no demuestra que el café baje el riesgo de depresión, sólo que podría proteger contra la depresión de alguna manera, y que se necesitaban muchos más estudios para demostrar si el café podía usarse para prevenir la depresión.
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