Todavía a meses de que los nuevos Ivy Bridge, tercera generación Intel Core i de Intel, lleguen al mercado, ya conocemos muchos detalles de su sucesora, la plataforma Shark Bay gracias a la filtración de algunas diapositivas de circulación interna. Los nuevos chips basado en tecnología
de 22 nanómetros estarán principalmente centrados en los productos de bajo consumo, como los Ultrabooks, para los que se detalla una nueva CPU ULV de tan solo 15W de disipación máxima, lo que ayudaría en gran medida a aumentar la duración de la batería en estos ordenadores portátiles compactos, que podrían alcanzar, siempre según las palabras de Intel, unas asombrosas 24 horas de autonomía. Por supuesto, gracias al nuevo proceso de fabricación, también se logrará reducir la emisión de calor, pudiendo incorporar sistemas de refrigeración más compactos pero igualmente eficientes, que permitan crear chasis muy delgados y ligeros.Por supuesto, con Intel Haswell llegan también muchas otras ventajas que la compañía ha ido detallando desde la celebración del IDF de este año, donde por primera vez se habló de esta plataforma. En la primera estimación de productos se lista el consumo que los distintos modelos basados en Shark Bay pueden alcanzar, y sorprendentemente, pese a la fabricación en 22 nanómetros, se espera que alcancen un TDP algo más alto de lo que se pudiera pensar, con modelos para sobremesa con 35W, 45W, 65W y 95W —límite de los actualesSandy Bridge de 32nm— siempre en función del número de núcleos y la frecuencia de reloj. Esto se puede interpretar de múltiples maneras, pero lo lógico sería pensar que Intel ha trabajado en aumentar la frecuencia base de los procesadores. En cuanto a ordenadores portátiles, las CPUs Haswell tendrán un consumo nominal de 37W, 47W y 57W en la parte más alta, lo que podría indicar un cambio en el chip gráfico, que sería mejorado para ofrecer un rendimiento mayor al conjunto.
La plataforma Intel Haswell no se espera hasta bien entrado el año 2013, con lo que estas estimaciones podrían cambiar con el paso del tiempo, pero incluso con el optimismo habitual en este tipo de presentaciones, los consumos se antojan bastante altos para una tecnología que debería ser más eficiente que la actual, dos “generaciones” por detrás. De todos modos se esperan bastantes cambios internos con respecto a Sandy y Ivy Bridge, con un diseño más sencillo, sin la tecnología FDI que manejaba las comunicaciones entre el chip gráfico integrado y la CPU, pero con soporte añadido para nuevos juegos de instrucciones avanzados. En cuando a la plataforma en general, las nuevas placas base con chipset Lynx Point compatibles con Shark Bay utilizarán un nuevo formato, con lo que no serán retrocompatibles con anteriores CPUs, utilizando un nuevo socket, de nombre H3 con 1150 pines. Estas llevarán de serie soporte NFC, para comunicaciones de corto alcance, transacciones seguras, y otras interacciones típicas de la tecnología. Tras la filtración de información es bastante posible que la precaución en Intel crezca, y no volvamos a saber nada de sus nuevos chips hasta el próximo año.
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