Al menos 57 personas han muerto y 176 resultado heridas hoy en catorce explosiones en distintos barrios de Bagdad, dijo a Efe una fuente del Ministerio de Sanidad.
Una fuente del Ministerio del Interior, que en un principio había informado de 27 muertos y 154 heridos, precisó que la mayoría de los atentados fueron perpetrados con coches-bomba y con artefactos explosivos.
Estos ataques coinciden con la retirada del Ejército estadounidense el pasado domingo de Irak en cumplimiento del pacto de seguridad firmado entre Washington y Bagdad en diciembre del 2008.
El atentado más mortífero ocurrió en la barriada de Al Karrada, en pleno centro de la capital, donde al menos 13 personas perdieron la vida y 36 resultaron heridas por la explosión de un coche-bomba cerca del organismo gubernamental de la Transparencia, que se encarga de la lucha anticorrupción, según la fuente del Ministerio del Interior.
En ese mismo barrio, hubo otro ataque similar junto a un puente en el que murió una persona y seis resultaron heridas.
Además, otras cuatro personas perdieron la vida y dieciocho sufrieron heridas en el distrito de Al Dura, en el sur, por el estallido de un artefacto, mientras que hubo otros tres muertos y nueve heridos por la detonación de un coche-bomba en un barrio del noreste.
Dos artefactos estallaron consecutivamente en una plaza donde había concentrados jornaleros en el distrito de Al Alaui, en el centro, y mataron a tres personas y ocasionaron heridas a otras 25.
Asimismo, al menos dos personas murieron y ocho resultaron heridas por la explosión de un coche-bomba en la calle Al Magreb, en el norte.
Atentados similares, cometidos con artefactos y vehículos cargados con explosivos, se produjeron en otros distritos del centro, sur y el oeste de la capital, que dejaron muertos y heridos.
La fuente agregó que un civil murió y otro resultó herido por el impacto de un proyectil "katiusha" en el área de Al Gazaliya, en el oeste.
Estos ataques coinciden con un momento de crisis política en Irak desencadenada por la emisión de una orden de arresto el pasado día 19 contra el vicepresidente iraquí suní, Tareq al Hashemi, supuestamente vinculado a delitos de terrorismo.
Tras esa orden de arresto, el bloque político de Al Hashemi, Al Iraquiya, decidió boicotear las reuniones del Gobierno de unidad nacional, donde tiene ocho ministros.
El sábado pasado, Al Iraquiya suspendió también su participación en las sesiones del Parlamento, donde es la segunda coalición política con 91 escaños de los 325 de la Asamblea, por lo que considera la politización de la Justicia, el incumplimiento de la Constitución y el sectarismo de la fuerzas de seguridad, entre otros.
Hace dos días, Al Hashemi defendió su inocencia desde el Kurdistán iraquí y se mostró dispuesto a comparecer ante la Justicia en la provincia autónoma, a lo que Al Maliki respondió ayer con una petición a las autoridades kurdo-iraquíes de que entreguen al vicepresidente.
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