MONTERREY, México — Un grupo de 30 reos, identificados como miembros de los Zetas, se fugó del penal de Apodaca, en el norte de México, durante la riña que el domingo dejó 44 reos muertos, señalados como integrantes del cártel del Golfo, informó el lunes el gobierno de Nuevo Léon.
"En medio de la riña y el desorden provocado al interior del penal, un grupo de 30 reos logró escapar del reclusorio", dijo en rueda de prensa Rodrigo Medina, gobernador de Nuevo León, donde se localiza Apodaca.
Esta sangrienta riña y posterior fuga de reos se enmarca en la disputa entre los cárteles del Golfo y los Zetas, que rompieron su alianza en 2010 y que desde entonces han protagonizado distintos enfrentamientos en distritos del norte de México, principalmente Nuevo León y su vecino Tamaulipas (noreste).
"Tenemos información de que los reos fugados pertenecen al cártel de los Zetas, y quienes perdieron la vida, los reos que fueron asesinados, al cártel del Golfo, lo que en principio demuestra que continúa la rivalidad de estos grupos", dijo Medina.
De los reos que consiguieron escapar durante la riña, con saldo de 44 muertos, la más sangrienta que se ha registrado en penales mexicanos en los últimos años, 25 purgaban penas por delitos federales y los otros cinco del fuero común, detalló el gobernador.
Medina dio a conocer a la prensa los nombres y las imágenes de los reos que se dieron a la fuga y por los que el gobierno de Nuevo León ofrece una recompensa de hasta 10 millones de pesos (unos 775.000 dólares) por información que conduzca a su localización y captura.
El gobernador explicó que no se descarta que la fuga haya contado con la "complicidad de autoridades penitenciarias", por lo que anunció que cuatro directivos del penal y 18 custodios han sido separados de sus cargos, "y todos se encuentran sujetos a investigación".
En la riña desatada en el penal de Apodaca, a unos 20 km al norte de Monterrey, capital de Nuevo León, se utilizaron armas punzocortantes y otros objetos contundentes, según el reporte oficial.
El penal de Apodaca alberga a casi 3.000 reclusos, aunque su capacidad real es para 1.500, en una situación de hacinamiento que se repite en prácticamente todo el sistema carcelario de México.
Esta es la segunda riña que se presenta en penales de Nuevo León en los últimos meses luego de que en octubre pasado siete reos murieran y 12 más resultaran heridos en un enfrentamiento entre grupos rivales en el penal de Cadereyta.
Otras cárceles, particularmente en el norte del país, han sido escenario en los últimos años de distintas riñas, motines y fugas.
Las cárceles se han convertido en escenario de confrontaciones entre cárteles en el marco de la ola de violencia que deja 50.000 muertos en México desde que hace cinco años el gobierno ordenó una ofensiva militar contra el narcotráfico.
A principios de enero, 31 presos murieron y 13 resultados heridos en un enfrentamiento en la cárcel de Altamira, en Tamaulipas. En octubre, en el penal de Matamoros, en ese mismo distrito y fronterizo con Brownsville (Texas, Estados Unidos) una riña dejó 20 muertos y 12 heridos
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