Su nombre aún no fue difundido, pero poco a poco van saliendo a la luz detalles sobre la vida del sargento estadounidense acusado de haber matado a tiros a 16 afganos el pasado domingo en Kandahar.
La masacre -en la que murieron mujeres y niños- causó conmoción en la comunidad local y aumentó las tensiones entre Estados Unidos y Afganistán.
El abogado del soldado, John Henry Browne, reveló en una conferencia de prensa en Seattle que éste había sufrido lesiones en el cuerpo y el cerebro durante una de sus tres viajes de servicio a Irak
Según Browne, el soldado no quería ser enviado allí de nuevo. El abogado defensor también afirmó que su cliente no estaba en condiciones de servir en Afganistán.
"Le dijeron que no iba a ser enviado de nuevo, que no haría más períodos de servicio. Él y su familia contaban con eso. Y, literalmente, de la noche a la mañana eso cambió", dijo Browne.
También contó que el acusado había sido testigo de cómo un amigo recibió un disparo en la pierna el día antes de la masacre.
"Le volaron la pierna, y mi cliente estaba de pie junto a él", afirmó.
¿Alcohol?
No queda claro si el incidente podría haber ayudado a impulsar el ataque nocturno, como parece quiere dar a entender la defensa.
Y según un alto funcionario estadounidense, que habló en condición de anonimato con el periódico The New York Times, el soldado habría estado bebiendo alcohol -una violación de las normas militares en zonas de combate- pues sufría de estrés por causa de su cuarto período de servicio y por las tensiones con su esposa que provocó esa decisión.
Browne, sin embargo, dijo que no era cierto hubiera tensiones maritales o que su cliente tuviera problemas con el alcohol, y lo describió como un soldado condecorado con una trayectoria ejemplar, aunque admitió que "no se sabe nada sobre su estado mental".
El abogado también aseguró que éste no tenía antecedentes de mala conducta y que su familia había quedado en estado de shock por las acusaciones en su contra.
También dijo temer por la seguridad del acusado y su familia.
La fuente anónima citada por The New York Times, sin embargo, dijo que la esposa y los niños del sargento -de tres y cuatro años- fueron trasladados desde su hogar a la Base Conjunta Lewis-McChord para su protección en previsión de la divulgación de la identidad de éste.
El ejército de EE.UU. aún no ha acusado al militar, y Browne dijo que no daría a conocer su nombre antes de que las autoridades lo hicieran.
"Uno de nuestros chicos"
El abogado les habló a los medios en Seattle, donde se halla la base del soldado, la Base Conjunta Lewis-McChord.
Ahí, Browne -quien ha representado a clientes de alto perfil como el asesino en serie Ted Bundy y un ladrón adolescente conocido como el Bandido Descalzo- dijo que su cliente era un hombre "afable" que no tenía ninguna antipatía hacia los musulmanes ni hacia las personas de Medio Oriente.
"Creo que es de interés público que el soldado tiene un historial ejemplar, un soldado condecorado que resultó herido en Irak en su cerebro y su cuerpo, y que a pesar de ello fue enviado de vuelta", dijo.
Y dada la conmoción causada por las muertes, Browne llamó a la calma y pidió un juicio justo para el soldado.
La posibilidad de la pena de muerte no se descarta en este caso, y el abogado admitió que a él y a su cliente eso los pone "muy nerviosos, comprensiblemente".
"Es una tragedia, no hay duda de eso", dijo.
"Creo que el mensaje para el público en general es que él es uno de nuestros chicos y que hay que tratarlo con justicia", pidió.
Protestas
Por lo pronto, y a pesar de la solicitud de los parlamentarios afganos, la justicia tendrá que ser administrada en Estados Unidos.
El soldado fue trasladado de Afganistán a una base militar de EE.UU. en Kuwait el miércoles.
Y, según The New York Times, podría ser trasladado a territorio estadounidense, como el Fuerte Leavenworth, en Kansas, este viernes.
El periódico dijo que las protestas de Kuwait por la presencia del soldado dentro de sus fronteras habían hecho que EE.UU. reaccionara rápidamente.
Por su parte, tras la masacre del domingo, el parlamento afgano también dijo que el pueblo estaba "perdiendo la paciencia" con la presencia de EE.UU. en su país.
Y previendo un trato más benevolente de las autoridades estadounidenses con el sargento, exigió que sea llevado a juicio en Afganistán.
Sin embargo, según el Acuerdo de Estatus de Fuerzas suscrito en 2003 entre las tropas de la OTAN y Afganistán, el soldado sólo puede ser juzgado por una corte militar estadounidense.
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