Un soldado de Estados Unidos ha matado al menos a 15 civiles esta madrugada en el exterior de su base militar en Kandahar, provincia del sur de Afganistán. Según los testimonios de varios vecinos de Panjway, barrio rural donde ha tenido lugar el tiroteo, el militar ha abierto fuego contra varias casas cerca de la base estadounidense de la zona. En una de ellas han muerto al menos 11 personas, en otra se han contabilizado cuatro víctimas mortales.
El soldado ha sido retenido en la base de la OTAN y el Ejército estadounidense investiga las causas del tiroteo. Los primeros indicios apuntan a que el soldado podría haber sufrido una crisis nerviosa, según informa la cadena británica BBC. Este canal señala además que entre los muertos hay mujeres y niños.
"Un soldado ha salido de la base a primera hora de la mañana del domingo y ha empezado a disparar. Al volver ha sido detenido", ha explicado un oficial estadounidense a la agencia AFP. La OTAN ha abierto una investigación sobre este "incidente profundamente lamentable", según ha informado un portavoz de la alianza a la cadena británica. El ministro de Asuntos Tribales, Asadullah Jalid, ha detallado que el autor de los disparos entró en el interior de tres casas durante la noche y descargó allí su arma.
La Embajada de EE UU en Kabul ha confirmado la detención del soldado. "El incidente se encuentra pendiente de investigación y un miembro del servicio militar de Estados Unidos ha sido detenido", ha indicado la legación en su cuenta de Twitter, donde ha transmitido sus "más profundas condolencias a las víctimas del trágico tiroteo".
"No sabemos por qué mató a la gente", ha señalado Aminullah, uno de los residentes de Panjway citado por The New York Times. "No hubo ni enfrentamientos ni ataques". Aminullah ha detallado que una de las casas en la diana del soldado estadounidense pertenece a un líder tribal.
El gobernador de la provincia de Kandahar, Tooryalai Weesa, ha confirmado que ha habido víctimas mortales, pero ha añadido que el número exacto se comunicará más tarde. La Fuerza de Ayuda Internacional (ISAF, en sus siglas en inglés), liderada por la OTAN, ha señalado en un comunicado que las autoridades de EE UU en Afganistán colaborarán con sus homólogos afganos para investigar lo ocurrido.
El incidente se produce pocos días después de las violentas protestas yel ataque suicida de talibanes en el aeropuerto militar de Jalalabad, al este de Afganistán, en respuesta a la quema de coranes en la base de la OTAN de Bagram. Kandahar ha sido desde la ocupación del país uno de los bastiones talibanes más duros para la coalición internacional, foco en el que EE UU concentró precisamente el despliegue de nuevas tropas en 2010.
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