08 mayo 2012

El fiscal pide 223 años de cárcel para un ginecólogo acusado de abusar de sus pacientes

Ginecólogo.
El fiscal pide una condena de 223 años de cárcel para el ginecólogo Sami Y. A., al que acusa de abusar sexualmente de una treintena de sus pacientes en el ambulatorio de Barcelona donde trabajaba y en dos consultas privadas entre los años 2003 y 2006.
En su escrito de calificación provisional, el ministerio público considera al galeno como autor de un total de 34 delitos de abuso sexual -cometidos a 23 mujeres y, en algún caso, en más de una ocasión- y de un delito continuado de abuso sexual. Además, el fiscal pide Sami Y. A. indemnice a cada una de las víctimas, por los perjuicios morales derivados, con 6.000 euros. Como responsable civil subsidiario responde el Instituto Catalán de la Salud, dependiente de la Generalitat. La mayoría de abusos del acusado -de origen jordano,
nacionalidad española y sin antecedentes-, se cometieron en su consulta del Centro de Asistencia Primaria (CAP) de la Avenida Río de Janeiro, en el distrito de Nou Barris de Barcelona.
El su escrito de acusación, el fiscal relata como Sami Y. A., "aprovechando el desarrollo de su actividad profesional", realizó, "con el ánimo de satisfacer sus deseos libidinosos", varios abusos que detalla. Todos ellos se producían en ausencia de la auxiliar de infermería, que -según precisa el fiscal en el caso de los cometidos en el ambulatorio-, "permanecía detrá de una cortina".

«No te preocupes, no estés nerviosa»

Así, el ginecólogo exploraba a sus pacientes, a menudo sin llevar guantes, y realizaba tocamientos del clítoris y de los labios vaginales y de los pechos. Algunas veces, "sin hacer alusión a patología alguna", otras, so pretexto de que, por ejemplo, "estaba comprobando los posibles cánceres de vulva". Mientras abusaba de sus pacientes deslizaba frases del tipo "cariño, no te preocupes, no estés nerviosa" para revestir de normalidad sus actos, aunque en una ocasión, mientras le tocaba la vagina a una paciente soltó: "umm, esto está como para ponerle un limoncito".
En otro caso, cuando el procesado estaba acariciándole el clítoris a una víctima ésta le instó a parar con un "basta ya" y se identificó como infermera, a lo que el procesado reaccionó con un "hostia puta" probablemente al sentirse descubierto.
Sami Y. A. fue detenido por los Mossos d'Esquadra el lunes 2 de octubre de 2006, tras recibir el 16 de septiembre de aquel año la primera denuncia de una paciente, lo que les llevó a interrogar a un centenar de mujeres más para saber si también habían sido víctimas de abusos por parte del doctor.
De hecho, el juez de guardia que dejó en libertad con cargos al ginecólogo-con la prohibición de ejercer a la espera de juicio- criticó en un auto la investigación de la policía catalana, porque consideró que propició la presentación de denuncias.

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