Hipólito Mejía reiteró su compromiso de mantener y ampliar la cobertura y beneficios de la Tarjeta Solidaridad y reclama la paternidad del programa creado en su gobierno 2000-2004.
Abogó porque la contienda electoral “nos una como la gran familia que somos antes que dividirnos como adversarios irreconciliables”.
Mejía dijo que “el cambio que demandan los sectores sanos de nuestra sociedad es incompatible con la indiferencia y el abuso de poder que exhiben los que desde el gobierno decidieron enriquecerse con los fondos públicos en lugar de invertir en el desarrollo humano”.
Dijo que la tarea que tenemos por delante es la de producir un cambio que haga posible un nuevo rumbo que adecente el Estado y que distribuya la riqueza.
Sostuvo que “ese cambio es posible y necesario sin recurrir a la manipulación y al insulto.
Advirtió que la democracia y la institucionalidad están amenazadas y señaló la necesidad de la defensa de la democracia como un “imperativo moral que nos concierne a todos”.
En un discurso dirigido anoche a la nación, el candidato presidencial del PRD dijo “aprovecho para comunicar mi decisión de sustentar la política social de mi gobierno en la mujer y la juventud”. Señaló que los enemigos del pueblo sencillo hacen uso de toda clase de artimañas y mentiras para matar la esperanza que tiene el pueblo en nosotros e intentar manipular la conciencia de los ciudadanos” A continuación, el texto del discurso del expresidente Mejía: Dentro de unos días, los dominicanos acudiremos a una de las grandes citas de nuestra historia.
Mi sincero deseo es que esta contienda electoral nos una como la gran familia que somos, antes que dividirnos como adversarios irreconciliables Nuestra historia está llena de conquistas, alcanzadas con sacrificio y esfuerzo por hombres y mujeres que trabajaron para que sus ideales y esperanzas florecieran en nuestra tierra.
La libertad y la democracia son componentes esenciales de las conquistas de nuestro pueblo.
Defender la democracia es un imperativo moral que nos concierne a todos.
Como lo han hecho siempre los enemigos del pueblo sencillo, hacen uso de toda clase de artimañas y mentiras para matar la esperanza que tiene el pueblo en nosotros e intentar manipular la conciencia de los ciudadanos.
Quienes no están preparados para perder, recurren hoy a la manipulación, al chantaje, al miedo, lo que es peor, al abuso para mantenerse en el poder a cualquier precio.
La democracia que hemos construido los dominicanos se fundamenta en el ejercicio plural de los partidos políticos, para que los ciudadanos puedan escoger libremente, sin presiones ni distorsiones, entre las propuestas e ideas que representan los candidatos y las organizaciones que los postulan.
Esas conquistas democráticas e institucionales son las que están amenazadas en las elecciones del próximo 20 de mayo.
Estoy convencido de que nuestro país necesita, merece y demanda un cambio que consolide nuestra democracia.
El cambio que demandan los sectores sanos de nuestra sociedad es incompatible con la indiferencia y el abuso del poder que exhiben los que, desde el gobierno, decidieron enriquecerse con los fondos públicos en lugar de invertir en el desarrollo humano.
De igual manera, estoy consciente de que nuestra nación tiene como tarea inmediata crear espacios de diálogo con transparencia y confianza donde participen los ciudadanos.
La tarea que tenemos por delante para el próximo 20 de mayo, es la de producir un cambio que haga posible un nuevo rumbo, que adecente el Estado y que distribuya la riqueza.
Un cambio para crear empleo, para reducir los precios de los productos básicos de la canasta familiar, para invertir el 4% en la educación y garantizarle la seguridad a la familia dominicana.
Ese cambio es posible y necesario sin recurrir a la manipulación ni al insulto.
Mi sincero deseo es que, con nuestro triunfo electoral, ayudemos a fortalecer las instituciones democráticas que algunos quieren debilitar.
Nuestro trabajo para alcanzar la Presidencia de la República se inspira justamente en el compromiso que tenemos de hacer un gobierno ejemplar.
Pero ese gobierno ejemplar no puede ser la tarea de una persona, ni de un partido.
Nosotros deseamos y estamos comprometidos a gobernar con la participación de todos los sectores sociales, pero a partir de un compromiso nacional serio y confiable.
Aprovecho la ocasión para comunicar mi decisión de sustentar la política social de mi gobierno en la mujer y juventud, por considerarla el pilar fundamental del desarrollo de nuestro país.
También aprovecho para reiterar mi compromiso de mantener y ampliar la cobertura y beneficios de la Tarjeta Solidaridad, programa creado en mi anterior mandato.
Como lo he hecho siempre, asumo este desafío con mi fe puesta en Dios, el apego a los valores en que creo, el apoyo solidario de mi familia y seres queridos, y mi entrañable amor a mi partido y a mi patria.
Estamos decididos a enfrentar desde nuestro gobierno los problemas del presente con una visión de futuro.
Vamos a trabajar desde el primer día junto a la sociedad organizada para resolver problemas y crear nuevas oportunidades.
Esa noble tarea la realizaremos con la participación de todos los sectores sociales, en favor de todo el país y no en beneficio de un insaciable grupo de funcionarios indolentes.
Lo que deseamos es sembrar la esperanza cuyos frutos nos sentaremos a disfrutar en armonía y fraternidad.
Yo, que nací cuando el cielo de nuestra patria estaba ensombrecido por una dictadura, quiero seguir trabajando con honestidad para que el sol siempre brille sobre el firmamento de esta tierra generosa y de gente buena.
Quiero seguir siendo un constructor de la democracia social que todos queremos hacer con trabajo honrado, y con fe en nuestro futuro.
En este mes de mayo, cuando celebramos todos el día de las Madres, regalemos a nuestra Patria el voto por la transparencia, la honestidad, y la solidaridad.
En este mes de mayo, cuando recordamos con especial gratitud a nuestro querido José Francisco Peña Gómez, honremos su lucha y su nobleza redoblando nuestro trabajo a favor de la justicia social.
En este mes, cuando celebramos el triunfo de la democracia logrado por Antonio Guzmán Fernández en mayo de 1978, acudamos a las urnas a votar con entusiasmo para poder construir un mejor país, pero para todos.
En este momento crucial de nuestra vida democrática, les invito a aferrarnos con fuerza a la esperanza de que, juntos, podemos hacer realidad la verdadera democracia.
No soy indiferente a la pobreza y la desigualdad social en que vive la mayoría de nuestra gente.
Estoy comprometido junto con ustedes a cambiar el rumbo que lleva nuestro país.
No voy a defraudar la confianza que el pueblo dominicano ha depositado en mí.
Gracias por confiar en mí.
Gracias por haberme escuchado.
Que Dios los bendiga a todos. Buenas noches.
Gracias por haberme escuchado.
Que Dios los bendiga a todos. Buenas noches.
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