Ignacio Polanco (Negro), de 52 años, recibió en la cabeza la mayoría de los golpes que el pasado domingo 22 le propinó el segundo de sus tres hijos, cuyo nombre se omite por razones legales.
Siete días permaneció la víctima interno en el Hospital Marcelino Vélez, en Herrera, en estado de coma y conectado a un respirador artificial.
Ayer en la mañana, por disposición de los médicos y en coordinación con la familia, Negro fue desconectado. Sus restos fueron velados en la funeraria Paz en el Valle de Villa Mella y sepultados a las 4:00 p.m, en el cementerio Los Cazabes de Los Guarícanos. El occiso quería donar sus órganos cuando muriera, pero según allegados, eso no fue posible producto de los golpes que recibió.
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