En fútbol, béisbol o baloncesto, lo habitual es que los equipos campeones tengan su sede en una gran ciudad. Por eso, Oklahoma City, con un área metropolitana de poco más de un millón de habitantes y situada en el interior de Estados Unidos parece un domicilio inusual para un equipo ganador de la NBA.
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Pero este año los Oklahoma City Thunder, que disputan la serie final del torneo contra los Miami Heat, podrían darle un motivo de celebración a los residentes de esta "pequeña ciudad".
Este domingo se juega en Miami el tercer partido de la final, que ganará el primer equipo que logre cuatro victorias. Por el momento la serie va empatada 1-1.
BBC Mundo aprovecha para indagar cuáles son las claves del éxito inesperado de los Thunder.
Perseverancia
El ímpetu de los aficionados de Oklahoma City Thunder es uno de los motores del equipo.
Hace solo siete años, Oklahoma City no tenía ningún equipo en la NBA.
Las autoridades locales llevaban años intentando conseguir una sede de una franquicia de las "Cuatro Grandes", las ligas que más dinero y audiencia mueven en Estados Unidos: baloncesto, hockey sobre hielo, béisbol y fútbol americano.
Pero un obstáculo parecía insalvable: el tamaño relativamente pequeño de la ciudad la hacía poco atractiva como mercado para los empresarios dueños de franquicias.
El máximo dirigente de la NBA, el comisionado David Stern, fue tajante la primera vez que el alcalde Mick Cornett le propuso llevar un equipo a la ciudad.
"Le contesté 'deberías de hacer el intento en otra liga", ha revelado Stern.
Pero tras el desastre del huracán Katrina, en 2005, el equipo de Nueva Orleans, los Hornets, necesitaba un traslado provisional y durante dos años jugaron en Oklahoma.
El buen resultado de esa experiencia sirvió para que los dueños de la NBA aprobaran la compra por un grupo de empresarios de Oklahoma de la franquicia de los Seattle SuperSonics, que comenzó a jugar en 2008 como los Oklahoma City Thunders.
Afición
La ciudad debió luchar con ahinco para que sus aficionados pudieran alentar a un equipo propio en la NBA.
Oklahoma es conocida en Estados Unidos por la fortaleza de sus equipos universitarios.
Esa pasión por el deporte ha servido para que la asistencia a la cancha haya sido alta.
El éxito de los Thunder es lo más importante que pasa en estos momentos en la ciudad y eso ha ayudado a que se genere una gran identidad entre los residentes y el equipo, según el periodista Curtis Fitzpatrick, de la cadena local afiliada a Fox.
"Hay una gran conexión", le dice Fitzpatrick a BBC Mundo. "El equipo comparte la filosofía de la comunidad y la afición responde. Probablemente se trate de una de las aficiones que más anima de toda la NBA".
"Creo que la audiencia a nivel nacional está siendo atraída por esa buena sintonía y está simpatizando también con el equipo".
Kevin Durant
Kevin Durant se las verá con LeBron James en la final.
Kevin Durant llegó al equipo elegido como segundo del draft del último año en que la franquicia jugó en Seattle.
En 2007 fue nombrado Rookie del Año (mejor novato) y en 2009 se convirtió en el jugador más joven en ganar el título de mayor anotador de la temporada al convertir 2.472 puntos.
A sus 23 años es una superestrella del baloncesto y un icono global. Su antagonista en la final es LeBron James, considerado por muchos el mejor jugador del mundo.
Cada vez más expertos comparan la rivalidad entre ambos con la de los dos grandes de los ochenta, Larry Bird, de los Boston Celtic y Magic Johnson, de Los Ángeles Lakers.
Y algunos pronostican que el éxito de los Thunder no será pasajero y que tendrá asegurado durante más años un lugar destacado en el mapa del deporte estadounidense.
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