NUEVA YORK._ Dependiendo del peor de los propietarios de edificios de Nueva York, según una lista oficial publicada esta semana por el Controlar de la Ciudad, la dominicana Minarda Pimentel tiene que vivir en un apartamento que más que un hábitat, parece un cuadro surrealista de la película de los setentas “Perro Mundo” y que realza las peores condiciones de vida en el planeta.
En similares condiciones se desenvuelve Lucía Sánchez de 66 años. Pimentel de 57 años de edad, sufriendo de asma por años, se desenvuelve entre ratas gigantes, docenas de cucarachas, aspirando el polvo de una pintura descascarada y con plomo, lo que hace que su enfermedad empeore cada día.
El dueño del inmueble que tiene 21 apartamentos y situado en el vecindario Mount Eden en El Bronx, Eli Abbott fue escogido en una investigación de la contraloría municipal como el peor casero de la ciudad en décadas.
Los boquetes en las paredes de la vivienda son tan profundos que caben ratas del tamaño de un gato y los roedores tienen tanta fuerza, que ya le han corroído parte de la nevera, cuyos boquetes tiene que mantener tapados con pedados de hojalata.
Pimentel tuvo que ser hospitalizada durante cuatro días en abril de este año, debido a la aspiración del polvo que emanan las paredes y recordó que tiene asma crónica, por lo que su vida está en peligro.
Otros dos edificios, también propiedad de Abbott, cuentan con 360 y 330 violaciones respectivamente, totalizando 724 faltas al Código de Vivienda de la ciudad. La escena no puede ser más deplorable: techos cayéndose, filtraciones masivas de agua, pisos y paredes con grandes agujeros, pintura con plomo, no hay detectores de humo para prevenir un fuego, moho y los pasillos de los tres edificios, especialmente en el que reside la dominicana, parecen solares yelmos donde los depravados tiran todo tipo de basura.
El moho es otra de las características que “adorna” las estructuras del señor Abbot. En promedio, su empresa, Eli Management College, tiene 11 violaciones por cada apartamento.
Pimentel y otros inquilinos han hecho múltiples denuncias y querellas en la Corte de Vivienda respecto a la situación, pero el dueño ha hecho caso omiso a órdenes judiciales y advertencias de la ciudad para que repare sus deterioradas propiedades.
“El no respeta a los inquilinos ni tiene respeto por nuestra dignidad”, dijo la señora Pimentel.
Su vecina, la también dominicana Lucía Sánchez de 66 años de edad, relató que ha tenido que pagar ella misma para que le arreglen el techo de su baño por el que se filtra agua en abundancia.
“Durante tres años tenía que ir al inodoro con un paraguas”, añadió Sánchez, informando que el fregadero de su cocina se ha caído varias veces y el apartamento tiene profusas grietas en los pisos y los techos.
En junio, los residentes de los tres edificios demandaron al dueño en la Corte de Vivienda de El Bronx, donde se espera, obliguen a Abbott a reacondicionar los apartamentos o se les entregue en calidad de cooperativa a los inquilinos, como se estila en Estados Unidos en esos casos.
El dueño, furioso por las denuncias, restregó a medios locales que lo entrevistaron que “todas las condiciones se han corregido” y enfrentó a un reportero de un tabloide local preguntándole que si es inspector de viviendas o si está en condiciones de determinar qué es y qué no es una violación al Código de Vivienda de la ciudad.
La corte podría despojarlo del control de los edificios y nombrar un administrador hasta que se resuelva la decrépita situación. Puso en venta los tres inmuebles, pidiendo $5 millones de dólares por los edificios
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