Residentes de El Bronx tomaron las calles en las inmediaciones donde murió Reynaldo Cuevas y pidieron a la Policía no más acoso, brutalidad y muerte de inocentes.
El dominicano de 20 años, murió después de que un policía le disparó al confundirlo con uno de los hombres que asaltaba la bodega donde trabajaba, en el 631 Este con calle 168, en el vecindario de Morrisania.
En una protesta convocada por amigos cercanos y familiares de Cuevas, vecinos expresaron que desde el incidente el temor, la desconfianza y el resentimiento hacia la Policía se incrementó.
Amigos de la víctima resaltaron su desacuerdo con la declaración del comisionado Raymond Kelly, al calificar la muerte como accidental.
"Exigimos una investigación exhaustiva y el castigo del oficial que mató a Rey", apuntó Carmen Delganzo, amiga de Reynaldo. "El video de seguridad muestra que la policía no actuó con cautela y responsabilidad para controlar la situación".
Familiares hicieron un llamado a la Policía para evitar la muerte de más inocentes y aseguraron que no descansarán hasta lograr justicia.
"En el vecindario se siente el coraje cuando las patrullas pasan y los oficiales miran el altar de Rey", dijo Micki Rodríguez, primo de Cuevas. "El enojo es mayor porque era un joven que apenas empezaba la vida. No olvidaremos este horrible asesinato".
Rodríguez, de 25 años, comentó que la muerte de Reynaldo no sólo quebró el corazón de su familia en República Dominicana y Nueva York.
"La indignación se siente en El Bronx y en toda la ciudad. Actos como este nos hace pensar que cualquiera puede ser víctima de la Policía".
En la protesta, que congregó a unas 100 personas, se destacó la "actuación negligente y extrema" de la uniformada en casos pasados en El Bronx, uno de los más conocidos es el del adolescente de 18 años Ramarley Graham, abatido por oficiales de la unidad antidrogas.
"Es como si la Policía estuviera entrenada para matar sin compasión", opinó Manuel de la Peña, de 57 años y residente del área. "Estamos bajo la mira de oficiales que reaccionan violentamente y sin inteligencia. No estamos protegidos, estamos amenazados constantemente".
Amigos y familiares tocaron la música favorita de Reynaldo y oraron por su descanso. Con puños en alto y pancartas, pidieron a las autoridades no dejar el caso impune.
"Que no se olvide la injusticia, que no se olvide el nombre de Reynaldo", clamó María Suárez, vecina. "Pedimos paz en las calles y una Policía humana".
Previo a la marcha a lo largo de la Avenida Franklin, el asambleísta Eric Stevenson quiso pronunciar un discurso en apoyo a la familia de Cuevaspero los manifestantes se lo impidieron.
Fuente: EL DIARIO
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