El álbum más vendido de todos los tiempos cumple treinta años. “Una fastuosa producción que revolucionó la industria de la música”. Así reza la declaración de la Biblioteca del Congreso sobre el videoclip de ‘Thriller’, incorporado al Registro Nacional del Cine de Estados Unidos el 30 de diciembre de 2009, entronizando definitivamente al tema que daba título al álbum del que hoy, cuando se cumplen treinta años de su lanzamiento, sigue siendo el disco más vendido de todos los tiempos con unos 65 millones de copias distribuidas en todo el mundo y que cambió para siempre el ‘modus operandi’ de las discográficas.
Allí, junto a filmes como ‘Todos los hombres del presidente’, ‘Primera plana’ o ‘El Imperio contrataca’, reposa una copia de este tesoro que encumbró a Michael Jackson al olimpo de los dioses musicales, donde apenas los Beatles o Elvis Presley pueden tratarle como a un igual.
El más conocido de los Jackson Five venía de cosechar un éxito comercial con su anterior trabajo, ‘Off the Wall’ (1979), si bien había salido escaldado en cuanto a la recepción de parte de la crítica. El artista de Gary (Indiana) se sentía infravalorado por el color de su piel y solo en la cúspide. Necesitaba desmontar estereotipos y alumbrar un disco que le asentase para siempre entre los grandes.
Para ello recurrió al productor Quincy Jones, quien echó la casa por la ventana, poniendo 750.000 dólares al servicio de Jackson. Los dos pergeñaron los nueve temas que configurarían el álbum, cribados de la treintena que manejaron, y los grabaron entre los meses de abril a noviembre de 1982 en los estudios Westlake de Los Ángeles. Pero lo ambicioso del proyecto hizo mella en ambos. Ninguno estaba satisfecho del resultado final. Para el ejecutivo, ‘Billie Jean’ era mediocre y no merecía ser incluida en el ‘track list’. La estrella no estaba de acuerdo y se negó a recortar la extensa introducción del tema. El mercado permanecía alicaído y las perspectivas en cuanto a ventas eran sombrías. El intérprete no quería ni oírlo y amenazó con cancelar el lanzamiento. Había puesto toda su alma en el proyecto, escribiendo cuatro de las canciones -’The Girl is Mine’, junto a Paul McCartney, ‘Beat it’, ‘Billie Jean’ y ‘Wanna Be Startin’ Somethin”- y no concebía la posibilidad de que se malograsen sus esperanzas.
Apoteósica recepción
El 1 de diciembre de 1982 llegaba por fin al mercado ‘Thriller’. La recepción fue apoteósica. En apenas una semana se habían vendido un millón de copias. La crítica se rindió al talento de Jackson, si bien no todo fueron elogios. Buena parte de las objeciones se las llevó ‘The Girl is Mine’, el primer single del álbum, que fue tachado de blando, pero también el tema que daba título al disco, escrito por Rod Temperton y vilipendiado por la revista ‘Rolling Stone’ a causa de su temática oscura y lo que describía como un inaceptable desorden de la parte final, recitada por el actor Vincent Price. ‘Billie Jean’, en cambio, fue acogida extraordinariamente y la misma revista que había denostado ‘Thriller’ la terminaría incluyendo entre las mejores de la historia. Basada en la experiencia personal del cantante con una acosadora, entró en la leyenda cuando el 25 de marzo de 1983, en un programa especial para rendir tributo a la Motown, Jackson ejecutó por primera vez el ‘moonwalk’, el paso de baile que se convertiría en uno de sus sellos distintivos. También se rindió pleitesía a ‘Human Nature’ y su “estribillo irresistible”, tal y como lo calificó ‘The New York Times’, y a ‘Beat It’, merecedora con su mensaje en favor de la no violencia de dos de los ocho premios Grammy, incluyendo el de Álbum del Año, que acreditarían la revolución que había supuesto ‘Thriller’. El disco cosecharía también ocho American Music Awards y tres MTV Video Music Awards, permaneciendo durante 37 semanas en lo más alto de la lista Billboard e ingresando en 1984 en el Libro Guinness de los Récords como el más exitoso de todos los tiempos.
El álbum cambió también para siempre el concepto de los vídeos musicales. El estreno, el 2 de diciembre de 1983, del videoclip de ‘Thriller’, sacudió la industria. Dirigido por John Landis, y con un presupuesto de medio millón de dólares, era más bien un cortometraje que parodiaba el género de terror y que implicó a centenares de extras. Sacado adelante pese a las reticencias de Sony, acabó convirtiéndose en uno de los grandes emblemas de la cultura pop y en el más visto de la historia. Además, y puede que este fuese su mayor logro, contribuyó a derribar las barreras raciales que aún predominaban en los programas musicales de la época.
Hoy, treinta años después de su lanzamiento, resulta imposible minimizar la importancia de ‘Thriller’ en la historia de la música. Como en su día ocurriese con el ‘Sgt. Pepper’ de los Beatles, el ‘Pet Sounds’ de los Beach Boys o el ‘Highway 61 Revisited’ de Bob Dylan, cambió los parámetros que regían la industria y, como esos discos, sigue siendo fuente de inspiración para artistas de los más variados registros. Michael Jackson dirigió al mundo hacia una nueva frontera y su particular Biblia se erigió en uno de los textos fundamentales para comprender la cultura pop. Alabado sea por ello este dios que nos dejó hace más de tres años.
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