NUEVA YORK.- Un dominicano fue acusado de quemar con un soplete a su ex esposa, porque, alegadamente, le envió fotos desnuda a otro hombre.
La victima es Cathy Zapata, de 38 años, quien en 2010 rompió su relación con el agresor, identificado como Carlos Díaz, de 35, quien luego del rompimiento tuvo que rentar un espacio en el área de un parqueo para poder dormir en una vagoneta.
Zapata, que fue internada en la Unidad de Quemados del hospital Harlem, en Manhattan, relató que su ex marido la llamó y le dijo que tenía "algo para darle".
Cuando ella llegó, la invitó a entrar a la furgoneta, aparcada en un espacio de la calle 207 y Novena Avenida en el Alto Manhattan, pero cuando trataron de entrar, la alarma se disparó.
Díaz entonces aprovechó y le roció la cara con un líquido inflamable, tomando un encendedor que no le funcionó. En medio de la frustración y al ver que la mujer trataba de huir, cogió el soplete y la quemó. Los hechos ocurrieron el 16 de enero.
"La llama salió como de la nada, luego me quemó la cara. Vi sus ojos fijos en mi, mirándome y él no decía nada", narra la víctima.
Explicó que como era un día lluvioso, pudo echarse agua en un charco para amortiguar el efecto de las llamas. "Me quemé las manos, pero logré salvar mi cara", agregó Zapata.
Además, sufrió quemaduras en el cuello y el pelo que fueron clasificadas en segundo grado por los médicos que la atendieron.
Pudo llamar a parte de su familia y la niñera que le cuida el niño, además del 911 para alertar a la policía. Cuando ella salió caminando, Díaz quiso atropellarla con la furgoneta.
Testigos dijeron que Díaz estaba como "loco" y amenazando con incendiar todo el lugar y sacó un cuchillo, pero un empleado de una tienda cercana de repuestos tomó un bate y Díaz huyó de la escena.
El dominicano fue acusado de intento de asesinato, asalto y posesión ilegal de un arma criminal.
El fiscal Scott Leet dijo que Díaz había planeado matar a Zapata y su ex jefe. "Entónces, le prendió fuego a la mujer en el estacionamiento y quiso dejarla morir allí", agregó.
No hay comentarios:
Publicar un comentario