Un bebé de dos años de edad fue asesinado a golpes por sus padres dopados, porque no dejaba de llorar cuando éstos bebían cerveza y fumaban mariguana con un amigo, en la ciudad fronteriza de Nogales, Sonora (México).
En un boletín de prensa, la Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE) identificó a la víctima como Jorge Miranda Cano, bebé de dos años de edad, que entre los vecinos era conocido como el ‘Camilo’, quien fue encontrado sin vida recostado en su cuna y los médicos legistas diagnosticaron que el motivo del deceso fue traumatismo craneoencefálico severo, edema cerebral y múltiples golpes en el cuerpo.
Los asesinos fueron identificados como Esthefani Istar Cano Suárez, de 21 años de edad, madre biológica del menor fallecido; Jorge Alberto Martell Chávez, de 22 años de edad, padrastro de la víctima; y Francisco Tadeo Chávez, de 30 años de edad, familiar del sujeto antes mencionado.
“A las 10:00 horas del miércoles, elementos de la Policía Estatal Investigadora recibieron el reporte de que en la colonia Bella Vista se encontraba el bebé sin vida y que la causa del deceso era broncoaspiración; al practicar la autopsia del ley, se determinó que el menor había fallecido por un traumatismo craneoencefálico y edema cerebral.
“Al interrogar a los detenidos, manifestaron que el martes estuvieron por fuera de la casa ingiriendo bebidas embriagantes y fumando mariguana, de repente el menor empezó a llorar, por lo que Jorge Alberto le pegó ‘unos cocos’ en la cabeza, lo que provocó que el niño se alterar aún más; después el padrastro del niño le ordenó a Esthefani que se llevara al menor porque no quería escucharlo llorar, por lo que la mujer se metió a la casa con el niño, lo golpeó y lo acostó a dormir, para ella continuar conviviendo con los dos sujetos”, dicta el comunicado oficial.
Según narraron con frialdad los victimarios, los tres se fueron a dormir y alrededor de las 10:00 horas del miércoles, Jorge Alberto, al despertar, se dio cuenta que el niño se encontraba sin vida, por lo que avisaron a las autoridades.
Los tres acusados fueron puestos a disposición del agente del Ministerio Público del fuero común, quien en las próximas horas los consignará por homicidio calificado.
Vecinos del sector donde se registró el infanticidio indicaron que durante la tarde del martes escucharon fuertes gritos y peleas en el interior del domicilio, además de que el pequeño lloró por varias horas hasta altas horas de la noche.
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