La jornada dominical tenía el partido entre los Lakers, eliminados de la fase final, y los Nets como un partido accesorio, casi irrelevante. Sin embargo, todas las luces y la expectativa estuvo puesta en el encuentro a causa de Jason Collins, un jugador que se confesara homosexual y que ha firmado un contrato -de prueba- por 10 días con el equipo de Brooklyn.
El Staples Center de Los Ángeles fue testigo de la aparición, por primera vez, de un jugador homosexual en competiciones oficiales en la historia de la NBA. El partido lo ganó el equipo de Collins por 108 contra los 102 puntos que hicieron los Lakers. Once minutos tuvo en el campo el pívot Jason Collins que no logró hacer ningún punto, capturó dos rebotes, recuperó un balón, perdió dos y le pitaron cinco faltas personales.
El jugador de 35 años firmó un contrato por diez días, un período de observación para luego ver la posibilidad de que se quede con el equipo por el resto de la temporada. En algunos días más se sabrá si es que los Nets deciden contar con Jason para lo que queda de la competición en la NBA.
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