La tarjeta de crédito del presidente de Estados Unidos, Barack Obama, fue rechazada el mes pasado en un restaurante en Nueva York, según contó él mismo. “Resulta ser que al parecer no la uso lo suficiente”, explicó el viernes en el Buró de Protección Financiera del Consumidor.
“Ellos pensaron que había alguna especie de fraude”, dijo Obama, hablando antes de anunciar un plan del gobierno para fortalecer las medidas de seguridad para tarjetas de débito que transfieren prestaciones federales, como los pagos de Seguridad Social, a millones de estadounidenses.
“Yo estaba tratando de explicarle a la camarera: ‘No, en serio pienso que he estado pagando mis cuentas”’, dijo el mandatario. Afortunadamente, la primera dama Michelle Obama sacó una tarjeta que pudieron usar.
El robo de identidad es un problema creciente y se estima que unos 100 millones de personas han sido afectadas por problemas de seguridad en el último año en tiendas minoristas como Target y Home Depot.
Empleados en Estela, el restaurante de Nueva York donde Obama cenó el 24 de septiembre cuando participaba en la Asamblea General de la ONU, dijeron que no podían hablar del asunto de la tarjeta de crédito.
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