| Es el primer examen de la Administración de Alimentos y Medicamentos FDA de Estados Unidos sobre estos implantes desde que fueron autorizados a comercializarse de nuevo en 2006. En un primer momento, la FDA los prohibió en 1992 por la falta de estudios médicos aportados por los fabricantes. Entonces se especuló con la posibilidad de que el gel de silicona tuviese relación con el cáncer de mama y otras enfermedades, hoy descartadas.
Jeff Shuren, director del Centro de la FDA para Dispositivos y Salud Radiológica, explicó al presentar el informe que “Los implantes mamarios no son dispositivos de por vida”. Aunque estas prótesis son fiables, pueden presentar complicaciones a largo plazo. La FDA estima que una de cada cinco mujeres puede tener que cambiar sus implantes a los diez años de la intervención.
Hasta ahora, la FDA consideraba seguros estos implantes en base a los estudios anteriores de dos de sus fabricantes, las compañías Allergan y Johnson & Johnson. Pero algunos organismos independientes consideran que la mayoría de esos trabajos son incompletos y no reflejan a la mayoría de las pacientes. Y es que una vez aprobado el producto, las compañías pierden el interés en seguir realizando estudios de seguimiento.
Shuren recomendó estar alerta ante los “cambios inusuales” en el pecho y también que es bueno someterse a un seguimiento médico de su estado, incluyendo una resonancia magnética que pueda detectar rupturas. El director señaló que “cuanto más tiempo tenga el implante, más probabilidades hay de tener problemas”.
La FDA detectó en su informe endurecimiento de los tejidos, insensibilidad del seno en la zona donde se encuentra el implante, ruptura o aparición de arrugas en la envoltura, asimetrías entre ellos, cicatrices, dolor y hasta infecciones. |
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