SANTO DOMINGO. La inversión del Estado dominicano en la educación preuniversitaria en el período 1992-2011 ha representado un 9.7% del gasto público y ha tenido como punto más alto un 1.8% del Producto Interno Bruto (PIB), es decir, 2.2% menos de lo que le asigna la Ley 66-97 sobre Educación, que es un 4% del PIB.
El dato está contenido en el Primer Monitoreo al Presupuesto Educativo realizado por el Foro Socieducativo, a través del Observatorio del Presupuesto en Educación, el cual fue dado a conocer ayer.
El estudio se basa en un análisis cuantitativo y cualitativo del presupuesto a Educación, tomando en cuenta los planes decenales realizados por el Ministerio de Educación. Según las conclusiones, pese a que desde 1992 distintas gestiones han realizado esfuerzos por planificar el desarrollo de la educación, "las informaciones muestran, que la inversión pública en la educación no fue priorizada ni se cumplió en ningún período con la inversión estipulada en la Ley de Educación 66-97".
De acuerdo al reporte, cuando se comparan los presupuestos estimados con los ejecutados se identifica una brecha de un promedio anual de 68.4%, en el supuesto de que se cumpla en un 100% el presupuesto de este año.
Al detallar la inversión desde 1999 (fecha en que se debió aplicar el 4% del PIB) hasta 2011, se establece que el Estado dejó de erogar a Educación RD$312,764.8 millones. Mientras que la "deuda" presupuestaria estatal de 2008-2011 se sitúa en RD$165,137.6, lo que representa un 53.6% de lo que se debió invertir.
Esta baja en la inversión en educación en las últimas tres décadas -precisa el estudio- es responsable de las defiencias en términos de la cobertura preuniversitaria y ha provocado una pérdida sustantiva de las oportunidades educativas de varios segmentos de la población dominicana. Entre ellos cita (tomando datos del Ministerio de Educación), que para el año escolar 2008-2009, de cada 100 niños y niñas de 5 años de edad, 25 todavía no habían iniciado el proceso de escolaridad, situación que se incrementaba para la población de entre 3 y 5 años.
"Independientemente de los temas de gestión y de otros que puedan agregarse, las deficiencias en inversión han sido determinantes para que tengamos hoy una educación que no pasa ninguno de los estándares ni pruebas que se les realizan", sostuvo Nelson Suárez, uno de los autores del estudio.
Para el director de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (Flacso), César Cuello Nieto, los datos son "alarmantes y preocupantes" porque "el techo que ha tenido la inversión en todos estos años dice claramente las deficiencias en la calidad, en el crecimiento del sector educativo y en las mejoras".
Desde el año pasado, diferentes sectores han reclamado al Estado la asignación del 4% del PIB, como forma de mejorar la calidad de la educación, pero apenas se logró un 1.96% del PIB. En ese sentido, Cuello Nieto manifestó su esperanza en que el estudio sirva para mejorar las políticas educativas y la inversión en educación sin importar quien gobierne.
¿Dónde invertir?
Cheila Valera, que participó como consultora en el estudio, indica que en primer lugar hay que invertir más recursos en el acceso a la educación; en segundo, en la calidad de vida y de trabajo de los maestros y, en tercer lugar, en mejorar la calidad de la educación en sentido general, "lo que implica una mejora sustancial del currículo y la calidad de la gestión para hacer más eficiente la inversión que se hace".
El dato está contenido en el Primer Monitoreo al Presupuesto Educativo realizado por el Foro Socieducativo, a través del Observatorio del Presupuesto en Educación, el cual fue dado a conocer ayer.
El estudio se basa en un análisis cuantitativo y cualitativo del presupuesto a Educación, tomando en cuenta los planes decenales realizados por el Ministerio de Educación. Según las conclusiones, pese a que desde 1992 distintas gestiones han realizado esfuerzos por planificar el desarrollo de la educación, "las informaciones muestran, que la inversión pública en la educación no fue priorizada ni se cumplió en ningún período con la inversión estipulada en la Ley de Educación 66-97".
De acuerdo al reporte, cuando se comparan los presupuestos estimados con los ejecutados se identifica una brecha de un promedio anual de 68.4%, en el supuesto de que se cumpla en un 100% el presupuesto de este año.
Al detallar la inversión desde 1999 (fecha en que se debió aplicar el 4% del PIB) hasta 2011, se establece que el Estado dejó de erogar a Educación RD$312,764.8 millones. Mientras que la "deuda" presupuestaria estatal de 2008-2011 se sitúa en RD$165,137.6, lo que representa un 53.6% de lo que se debió invertir.
Esta baja en la inversión en educación en las últimas tres décadas -precisa el estudio- es responsable de las defiencias en términos de la cobertura preuniversitaria y ha provocado una pérdida sustantiva de las oportunidades educativas de varios segmentos de la población dominicana. Entre ellos cita (tomando datos del Ministerio de Educación), que para el año escolar 2008-2009, de cada 100 niños y niñas de 5 años de edad, 25 todavía no habían iniciado el proceso de escolaridad, situación que se incrementaba para la población de entre 3 y 5 años.
"Independientemente de los temas de gestión y de otros que puedan agregarse, las deficiencias en inversión han sido determinantes para que tengamos hoy una educación que no pasa ninguno de los estándares ni pruebas que se les realizan", sostuvo Nelson Suárez, uno de los autores del estudio.
Para el director de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (Flacso), César Cuello Nieto, los datos son "alarmantes y preocupantes" porque "el techo que ha tenido la inversión en todos estos años dice claramente las deficiencias en la calidad, en el crecimiento del sector educativo y en las mejoras".
Desde el año pasado, diferentes sectores han reclamado al Estado la asignación del 4% del PIB, como forma de mejorar la calidad de la educación, pero apenas se logró un 1.96% del PIB. En ese sentido, Cuello Nieto manifestó su esperanza en que el estudio sirva para mejorar las políticas educativas y la inversión en educación sin importar quien gobierne.
¿Dónde invertir?
Cheila Valera, que participó como consultora en el estudio, indica que en primer lugar hay que invertir más recursos en el acceso a la educación; en segundo, en la calidad de vida y de trabajo de los maestros y, en tercer lugar, en mejorar la calidad de la educación en sentido general, "lo que implica una mejora sustancial del currículo y la calidad de la gestión para hacer más eficiente la inversión que se hace".
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