El presidente de Haití, Michel Martelly, dijo hoy que luchará porque su país, una "tierra de oportunidades", pueda garantizar a los inversores internacionales la seguridad del capital financiero que el país necesita para su reconstrucción y "evolución".
En una conferencia que pronunció en Madrid, en el Foro de la Nueva Sociedad, el presidente reiteró sus gratitud al Gobierno de España, el tercer cooperante internacional con Haití, por mantener sus compromisos de ayuda y cooperación, sobre todo después del seísmo que asoló al país en enero de 2010.
Interrumpido en varias ocasiones por los aplausos del público, el gobernante haitiano también agradeció en este sentido la generosidad de los empresarios y de la sociedad civil, que hacen que España sea, "a pesar de su difícil situación económica", el país "campeón de la solidaridad con Haití".
Esta es la razón, aseguró, por la que ha elegido España para su primera visita a Europa.
Al explicar su proyecto de Gobierno, el presidente haitiano dijo: "Soy la encarnación de mi sueño y quiero realizar el sueño de mis compatriotas".
Y por este motivo, explicó, el compromiso con todos los haitianos le obliga a esforzare por procurar erradicar "las señales rojas" que ha vivido la economía haitiana en su "bajada a los infiernos".
"El pueblo me votó confiado en la palabra cambio, y su significado de transformación y evolución es lo que esperan en la vida cotidiana".
Al explicar sus proyectos de Gobierno, aseguró que dará prioridad a la reforma de la economía, a los proyectos urgentes de abastecimiento de agua y saneamiento, a la creación de empleo, a implementar la educación, a fortalecer el estado de derecho y a emprender la ordenación del territorio.
Michel Martelly reconoció como problemas de Haití su dependencia del exterior, el colapso de la agricultura y el desempleo.
"Hoy, la clase media no ve futuro en el país, el poder adquisitivo es casi nulo y muchos profesionales viven en el extranjero por la falta de oportunidades", reconoció también el gobernante haitiano.
Sin embargo, convencido de que "las debilidades pueden ser convertidas en oportunidades", Martelly citó "el potencial turístico enorme de Haití, que puede revolucionar la economía del país", o su potencial agrícola, todo esto -dijo refiriéndose a Estados Unidos-, "a sólo media hora de avión del mayor mercado mundial".
El presidente haitiano dijo que todos estos proyectos necesitan de la confianza de los inversores españoles y del resto de Europa.
"Abro las puertas de Haití a Europa a través de España, el país que hizo entrar a mi país a la modernidad", afirmó.
Martelly insistió en que su Gobierno pondrá en marcha "un marco favorable" para todas las inversiones que el país necesita, insistiendo en tanto en la seguridad física como jurídica.
"Contamos con los inversores y los empresarios que quieran disfrutar de las oportunidades que brinda Haití y ayudarnos a construir una nueva prosperidad".
En el turno de preguntas, el presidente aseguró que un posible cambio de Gobierno en España, en las elecciones de 2012, "no tiene porque afectar a la cooperación" con Haití y aseguró que, por el contrario, podrían verse reforzados los vínculos de amistad y de confianza".
La secretaria de Estado española de Cooperación Internacional, Soraya Rodríguez, que hizo la presentación, destacó que el acto de investidura de Martelly como presidente, el 14 de mayo pasado, al que ella asistió, fue "la primera ocasión en la historia de Haití en la que hubo un traspaso (de poder) pacífico y democrático".
Ese acto, dijo Rodríguez, simbolizó "la normalidad democrática" del país, conseguida tras una segunda vuelta electoral limpia, transparente y no cuestionada".
La excomisaria de Relaciones Exteriores de la UE y presidenta de la Fundación Euroamérica, Benita Ferrero-Waldner, expresó en nombre de todos los europeos su agradecimiento a Martelly por la visita a Europa y agregó: "las esperanzas de los haitianos serán las nuestras".
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