Cientos de miles de habitantes de Bengasi, bastión de las fuerzas rebeldes, marcharon ayer por sus calles para exigir la renuncia del coronel Muamar Gadafi, en respuesta a una concentración similar celebrada por el gobierno libio en Trípoli el pasado día primero.
Los participantes, que ondeaban banderas de la antigua monarquía, que los rebeldes han rescatado como símbolo del levantamiento, se concentraron en el cuartel de las Brigada de Gadafi, la “Katiba”, donde en los primeros días del levantamiento del 17 de febrero ocurrieron los choques más sangrientos entre manifestantes y militares.
Unas 400 personas murieron en los tres días de combates hasta la retirada de los soldados del cuartel, convertido en uno de los símbolos de la lucha contra el régimen.
El máximo líder del ejército rebelde, general Abdul Yunis, apareció ante los manifestantes y prometió que la guerra “terminará pronto”.
Yunis, ex primer ministro y ex comandante en jefe de las fuerzas especiales de Gadafi, instó a los seguidores del líder libio a que lo abandonen a cambio de amnistía y paz.
En tanto, la resistencia lanzó la anunciada ofensiva contra las fuerzas oficiales para reconquistar una zona que los acercaría a Trípoli.
Armados por el ejército de Francia y con el camino despejado por los últimos bombardeos de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), los rebeldes tomaron Gualich, a 50 km al sur de la capital, hicieron retroceder a las tropas oficiales y capturaron a varios mercenarios que formaban parte de las mismas, según la agencia AFP. Varios de estos soldados dijeron venir de Ghana o Mali.
“Esperábamos antes de lanzar este ataque, obtuvimos finalmente luz verde de la OTAN esta mañana (miércoles) y la ofensiva comenzó”, dijo un miembro del comité revolucionario de Zenten, a 120 km de Trípoli.
Según la canciller de Sudáfrica, Maite Mashabane, que media en busca de una salida a la crisis a nombre del presidente Jacob Zuma y de la Unión Africana, el coronel Gadafi planea mantenerse al margen de las negociaciones con los rebeldes para facilitar una salida negociada, mientras el titular de la OTAN, Anders Fogh Rasmussen confirmó que la Alianza se entrevistará el 13 de julio con la oposición.
Los rebeldes del Consejo Nacional de Transición (CNT) rechazan una salida negociada y, alentados por Francia, exigen la salida de Gadafi como única opción para el fin de la guerra.
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