Desde hace unos días, internet se había hecho eco -entre el humor, la ironía o la indignación de lo
s medio de comunicación de EEUU- de una petición de Lair Scott, un joven de Illinois, en el portal Change.org, una web donde se pueden iniciar campañas gratuitas de todo tipo.
En ella, Scott decía: «Es importante que nuestros hijos sean educados sabiendo que ser gay está bien. Desde hace más de 40 años, nuestros queridos personajes de Barrio Sésamo Epi y Blas han estado viviendo como compañeros de cuarto. Por eso nos gustaría que Barrio Sésamo y PBS Kids les permitan vivir como una pareja gay y, eventualmente, que se casen».
Scott señalaba en el documento que su idea no era que la serie hiciera algo «grosero» ni que faltara al respeto de los espectadores, sino que sería una buena manera de educar a padres e hijos en la tolerancia hacia la homosexulidad y de «enseñar a los niños que la homofobia está mal» y que «ser gay está bien».
TEMA DESTACADO / La bola fue creciendo y ayer mismo ya había más de 7.000 firmas de apoyo a la iniciativa en Facebook. Y en la otra gran red social, Twitter, el asunto se convirtió ayer en tema destacado. Durante años se ha llegado a especular con la posibilidad de que ambos personajes representaran a una pareja homosexual y, de hecho, aparecen como tal en Mind over murder, un episodio de la irreverente serie de animación Padre de familia.
Visto lo visto, y como Scott triunfaba en la red social, los creadores de la serie han usado el mismo medio para emitir un comunicado: «Epi y Blas son grandes amigos. Fueron creados para enseñar a niños en edad preescolar que las personas pueden ser buenos amigos pese a ser muy diferentes entre ellos. A pesar de que son identificados como personajes masculinos y poseen muchos rasgos y características humanas (como la mayoría de los personajes de Barrio Sésamo), siguen siendo marionetas y no tienen una orientación sexual». Final de la polémica.
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