Dos hombres que dijeron ser hijos de Moamar Gadafi hicieron el miércoles declaraciones contradictorias desde la clandestinidad, en las que uno planteó negociaciones con los líderes rebeldes y el otro instó a los seguidores del régimen a luchar hasta la muerte.
Los mensajes antagónicos podrían ser un reflejo de la confusión cada vez mayor en el círculo cercano a Gadafi en vísperas del 42do aniversario de su llegada al poder. Este año, el líder libio anda huyendo de los combatientes opositores que controlan ya la mayor parte del país en la guerra civil que comenzó hace seis meses.
Los rebeldes buscan pistas sobre el paradero de Gadafi entre miembros de las fuerzas del régimen capturados y otras personas. También consideran que ya no está en Trípoli, dijo el jefe militar de los insurgentes en la capital, Abdel Hakim Belhaj.
Los mensajes antagónicos podrían ser un reflejo de la confusión cada vez mayor en el círculo cercano a Gadafi en vísperas del 42do aniversario de su llegada al poder. Este año, el líder libio anda huyendo de los combatientes opositores que controlan ya la mayor parte del país en la guerra civil que comenzó hace seis meses.
Los rebeldes buscan pistas sobre el paradero de Gadafi entre miembros de las fuerzas del régimen capturados y otras personas. También consideran que ya no está en Trípoli, dijo el jefe militar de los insurgentes en la capital, Abdel Hakim Belhaj.
Las fuerzas rebeldes avanzan hacia tres bastiones del régimen: la ciudad natal de Gadafi, Sirte, y las localidades de Bani Walid y Sabha, ésta última a cientos de miles de kilómetros (millas) al sur de la capital nacional. Existen conjeturas de que Gadafi está oculto en una de tales comunidades.
En llamadas telefónicas hechas a estaciones árabes de televisión con una diferencia de minutos entre ellas la noche del miércoles, los dos hombres que se dijeron hijos de Gadafi enviaron mensajes a la población libia.
El hombre que se identificó como Seif al-Islam Gadafi pidió a los simpatizantes de su padre a combatir "día y noche" a los insurgentes. En las declaraciones hechas a la televisora Al-Rai, en Siria, afirmó que los habitantes de Bani Walid decidieron que "vamos a morir en nuestra tierra".
"Ataquen a las ratas", le dijo a las personas leales al régimen en alusión a los rebeldes. También aseguró que la OTAN había lanzado varios ataques aéreos en Bani Walid, que dejaron muertos. Seif al-Islam era considerado como el rostro moderado del régimen de Gadafi y el aparente heredero del líder.
Afirmó que hacía las declaraciones desde un barrio de Trípoli y que su padre "está bien".
El interlocutor desestimó el anuncio de Belhaj sobre que otro hijo de Gadafi estaba negociando las condiciones de su rendición. Seif al-Islam dijo que su hermano estaba bajo presión, en parte debido a la preocupación por su familia.
En una llamada telefónica hecha a la televisora Al-Arabiya, un hombre que se identificó como al-Saadi comunicó que estaba dispuesto a negociar con los insurgentes para detener el derramamiento de sangre en el país. Los rebeldes han insistido en que negociarán sólo hasta el fin del régimen de Gadafi.
Al-Saadi afirmó que hablaba por su padre y por comandantes militares del régimen para plantear las conversaciones. Dijo que los rebeldes podían gobernar Libia.
"Todos somos libios", declaró. "No tenemos problemas en entregarles el poder".
La voz de Seif al-Islam —que según informaciones de prensa fue capturado por los rebeldes a principios de mes y luego apareció libre y desafiante en Trípoli— era fácil de reconocer, pero la otra era más difícil de confirmar.
"El régimen está agonizando", dijo el vocero del consejo rebelde, Abdel-Hafiz Ghoga, en respuesta a las dos declaraciones. "La familia de Gadafi intenta encontrar una salida".
anpe
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