La NASA lanzó con éxito la madrugada de este viernes desde la Base Vandenberg de la Fuerza Aérea en California (oeste) el primer satélite de observación del cambio climático, que además tomará medidas de las principales variables meteorológicas.
El cohete Delta II de United Launch Alliance, que llevaba consigo al satélite NPP (National Polar-orbiting Operational Environmental Satellite System Preparatory Project), despegó a las 09H48 GMT, al comienzo de una ventana de lanzamiento de nueve minutos, según imagenes en directo retransmitidas por la televisión de la agencia espacial estadounidense.
El satélite se terminó de separar del cohete Delta 58 minutos más tarde y se puso en órbita. A continuación, desplegó sus paneles solares antes de alcanzar su órbita final.
El NPP, que tiene el tamaño de un vehículo utilitario y un peso de 2,13 toneladas, fue lanzado con cinco años de retraso con respecto a la programación inicial. Se pondrá en una órbita polar a 824 km de altitud y girará alrededor de la Tierra 14 veces al día, señaló la NASA.
Este satélite, de un costo aproximado a los 1.500 millones de dólares, es la primera misión concebida para recolectar datos esenciales para mejorar las previsiones meteorológicas a corto plazo y ayudará a entender mejor el calentamiento climático a largo plazo.
La NASA espera que se mantenga operativo durante cinco años.
El NPP está equipado con cinco instrumentos que le permitirán estudiar la temperatura y el agua en la atmósfera, el impacto de las nubes y los aerosoles en la temperatura, y la respuesta de las plantas terrestres y marinas a los cambios ambientales.
Cuatro de estos instrumentos nunca habían sido desplegados en órbita antes.
Los meteorólogos de la Agencia Nacional de Administración Oceánica y Atmosférica (NOAA) de Estados Unidos incorporarán los datos recopilados por el NPP en sus modelos con el fin de mejorar sus predicciones meteorológicas.
"Las observaciones del NPP (...) nos darán una idea global de los cambios actuales en nuestro planeta", explicó antes del lanzamiento Jim Gleason, científico responsable de este proyecto con sede en el Centro Espacial Goddard de la NASA en Greenbelt, Maryland (este).
"Esto nos ayudará a mejorar nuestros modelos informáticos que predicen la evolución de nuestro medio ambiente en el futuro", agregó.
"Y mejores previsiones nos permitirán tomar las mejores decisiones para algo tan simple como llevar o no un paraguas en la mañana o tan complejo como responder al cambio climático", añadió el científico.
La NASA hará un seguimiento de esta misión durante tres meses antes de que la NOAA se haga cargo.
El "NPP proporcionará mejor información a los pronosticadores y administradores de emergencias para advertir y preparar mejor al público para los eventos de tiempo severo", dijo Mitch Goldberg, jefe de la división de meteorología por satélite y climatología de la NOAA.
"Esperamos mejorar nuestras habilidades de previsión de cinco a siete días de anticipación de eventos climáticos extremos, como huracanes", precisó.
El satélite es una de las 14 misiones de observación de la Tierra actualmente gestionadas por la NASA.
Dada su órbita polar, el NPP permitirá transmitir datos que los satélites meteorológicos europeos desplegados actualmente no ofrecen, de acuerdo con Louis Uccellini de la NOAA.
El satélite, construido por la firma estadounidense Ball Aerospace and Technologies, llevará instrumentos infrarrojos y microondas que suponen "una ligera mejora con respecto a lo utilizado por los satélites europeos", dijo.
Los tres satélites lanzados ya por Agencia Espacial Europea están diseñados para estudiar el efecto de la actividad humana sobre los procesos naturales de la Tierra.
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