El MVP de la jornada sueña con la Selección y en llevar a su equipo a la ACB. «Soy un jugador al que le gusta sumar para el equipo. No sólo busco anotar aunque esa faceta es la que más se valore de mí». Así se define Quezada, el escolta dominicano de León, MVP de la jornada tras su exhibición ante el Menorca.
León apostó por él cuando pocos le conocían. Y Manny respondió la pasada temporada erigiéndose como uno de los pilares sobre los que se sustentó el buen hacer del equipo. En la actual y después de un inicio dubitativo el dominicano ha empezado a destapar el tarro de sus esencias. Para muestra los 33 puntos de la última jornada en la que es una de las mejores ‘faenas’ con la camiseta leonesa.
—Frente al Menorca demostró que cuando tiene el día pocos pueden pararle.
—No voy a negar que fue un gran partido a nivel personal, pero creo que si no hubiera sido por mis compañeros a lo mejor esos números habrían sido menores.
—Se puede calificar como una de sus mejores actuaciones con la elástica de Baloncesto León.
—No sé si es la mejor pero sí una de las más completas. Además, siempre que juegas bien y el equipo gana la imagen que proyectas es mucho más positiva.
—Se le considera un excelso anotador que cuando tiene su día pocos pueden pararle.
—No voy a negar que lo que esa faceta es la que más se tiene en cuenta cuando se valora mi actuación cada jornada. Pero Manny Quezada es algo más. A lo largo del último año he crecido como jugador. No voy a negar que la canasta es uno de sus hábitats, pero no el exclusivo. Si no juegas en equipo estás muerto y eso me hace leer el partido de tal forma que cuando considero que es imposible llegar al aro rival lo mejor es dársela a un compañero que disponga de una mejor opción para anotar.
—El hecho de que se le considere un referente en el equipo, ¿no le reporta una presión añadida?
—No me veo ni estrella y jugador referente en León, sólo uno más de una máquina en la que si todos funcionan el camino es mucho más productivo. Con el baloncesto disfruto mucho, lo hago desde niño, y eso evita que te tomes las cosas con una presión que nunca es buena. Para jugar y ofrecer lo mejor de uno debes estar mentalmente preparado y dejar a un lado otras cosas que pueden dispersarte.
—No empezó muy bien la temporada pero poco a poco está demostrando la clase que lleva dentro. Prueba de ello es el MVP de la última temporada.
—Es cierto que en los primeros partidos a lo mejor no me salían las cosas como quería, pero siempre he intentado dar lo mejor y sacar conclusiones de cada encuentro. Siempre buscas lo máximo pero a veces no depende sólo de tí, también del rival, de la pista...
—Su mejoría también ha ido pareja con la de León que después de tres derrotas iniciales ha encadenado tres triunfos en cuatro jornadas que bien pudieron ser incluso el pleno.
—Las victorias llegan jugando como equipo. A nosotros nos pesó en el principio de la liga el hecho de que varios jugadores acababan de aterrizar en el equipo e incluso en la LEB. Había que conjuntarse todos y adquirir los mecanismos. Y cuando lo hicimos ahí están los resultados.
—Hablar de objetivos supongo que será un poco precipitado.
—Nuestra filosofía es ir día a día, pensar en el próximo partido. Aún así, creo que contamos con un equipo muy bueno que puede darle muchas alegrías a nuestra incondicional afición.
—Y usted, ¿tiene alguno?
—Mejorar cada jornada. Soy ambicioso y busco lo máximo. A veces lo consigo y otras debo esperar para alcanzar el objetivo. Para mí la meta siempre es la victoria colectiva, la personal va ligada a ella.
—Supongo que uno será jugar en la selección de su país.
—Creo que va a ser pronto. Tal vez para el verano. Tengo mucha ilusión en poder defender a mí país. Y si fuera en unos Juegos Olímpicos, mucho mejor.
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