"Nadie está contento", dijo el alero de los Spurs Tim Duncan, en referencia a los términos del nuevo convenio colectivo, que en cierta forma es tan similar a los anteriores que muchos se preguntan si valió la pena el cierre patronal de cinco meses.
Pero el comentario de Duncan pudo haberse aplicado también a la insatisfacción que han manifestado varios astros que quieren mudarse, a quienes critican al comisionado David Stern por impedir el canje de Paul o a los ejecutivos de los clubes que deben ahora tenerlos listos para jugar en Navidad a marchas forzadas.
"Esto está muy mal, de verdad. No refleja por ahora el gran producto que teníamos, ¿saben?", dijo el ex entrenador y comentarista de ABC/ESPN Jeff Van Gundy. "Una cosa es tener un verano y un otoño de discordia por las negociaciones laborales y otra ver una organización caótica una vez que se resuelve lo anterior".
Van Gundy atribuyó buena parte de los problemas al dinero, lo cual no resulta extraño. Los dueños de los equipos ahorrarán bastante tras lograr que los jugadores accedieran a una reducción de 12% en los costos salariales bajo el nuevo contrato.
Pero para lograr eso a tiempo de salvar la temporada, los propietarios dieron otras concesiones sobre asuntos que habría sido necesario resolver para preservar la equidad competitiva que dicen haber fortalecido.
Así, Paul y Howard están empeñados en mudarse de equipos pequeños a otros más poderosos, tal como Carmelo Anthony y LeBron James lo hicieron el año pasado. Y no existe un mecanismo efectivo para detenerlos, ni siquiera con el nuevo contrato.
12
Por ciento
Será la reducción en los costos salariales de los jugadores bajo el nuevo contrato.
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