24 diciembre 2011

Rubio es la gran atracción; cara y cruz para los Gasol; ilusión de Fernández


El baloncesto español sigue de moda dentro de la NBA y la temporada del 2011-12 que comienza el Día de Navidad tendrá a un nuevo representante en la figura del base Ricky Rubio, que sólo ha necesitado jugar un partido de pretemporada para convertirse en centro de atención.
Rubio, de 21 años, jugará su primera temporada en el mejor baloncesto del mundo con los Timberwolves de Minnesota, el equipo que lo seleccionó con el número cinco en el sorteo universitario del 2009, y que confía plenamente en la aportación que pueda ofrecerle el base español de cara a formar un equipo ganador y campeón.

Nadie duda del potencial de Rubio, de su madurez a pesar de la juventud que posee, tanto dentro como fuera del campo, pero la competición de la NBA es muy exigente, no tiene nada que ver con el baloncesto europeo, y además el año de novato no es nada fácil.
Todo eso y mucho más lo sabe el veterano entrenador de los Timberwolves, Rick Adelman, que llega para iniciar lo que será su último proyecto de reconstrucción de un equipo y confía en Rubio, pero quiere que el base de Masnou queme etapas sin precipitación.
Adelman sabe que Rubio, décimo jugador español que llega a la NBA, posee ya unas cualidades únicas a la hora de manejar el balón, dirigir el juego y atacar, pero el apartado defensa es su asignatura pendiente y ahí será donde tenga que trabajar duro.
Si Rubio es la novedad y la atracción española en la NBA para la temporada del 2011-12, los hermanos Pau y Marc Gasol también llegan al comienzo de una nueva temporada como jugadores destacados, aunque en el caso del primero también envuelto una vez más en el dilema de si su aportación a los Lakers de Los Ángeles es la mejor.
El haber ganado dos títulos de liga, llegar a unas terceras Finales de la NBA y quedar eliminados en las semifinales de la Conferencia Oeste desde que consiguieron al mayor de los hermanos Gasol parece que no ha sido suficiente.
Al menos para los directivos de los Lakers, que lo intentaron traspasar a los Hornets de Nueva Orleans y luego pudiese ser enviado a los Rockets de Houston, donde si lo querían como jugador franquicia, pero el veto del comisionado David Stern lo impidió.
Gasol permanece con los Lakers, pero envuelto en rumores que su continuidad no la tiene asegurada y en cuanto el equipo tenga alguna oferta buena, como puede ser conseguir al pívot Dwight Howard, del Magic Orlando, el jugador de Sant Boi podría entrar en el cambio.
Si se queda con los Lakers, la responsabilidad de Gasol será aun mayor ya que el equipo necesita de su mejor rendimiento para poder compensar a una plantilla que se ha debilitado con la salida del alero Lamar Odom, por lo que se augura que su undécima temporada en la NBA no le será nada fácil.
Más tranquilo llega su hermano Marc Gasol, que por cuarta temporada continuará con los Grizzlies de Memphis, pero ahora con el reconocimiento de ser jugador franquicia y la seguridad de tener firmado un contrato por cuatro años y 58 millones de dólares.
Los Grizzlies, que no permitieron que el mediano de los hermanos Gasol tampoco llegase a los Rockets, que le ofrecieron cuatro años y 55 millones de dólares, consideran que su continuidad es uno de los pilares en la construcción de un equipo ganador que la pasada temporada ya llegó a las semifinales de la Conferencia Oeste.
Otro jugador español deseado dentro de la NBA ha sido el escolta Rudy Fernández, que después de concluir la pasada liga, los Mavericks de Dallas, brillantes campeones, consiguieron su traspaso de los Trail Blazers de Portland.
Cuando se esperaba que fuese un gran refuerzo para los Mavericks, el equipo tejano logró al veterano Vince Carter y decidió que Fernández ya no tenía espacio dentro del equipo, por lo que lo traspasó a los Nuggets de Denver, el equipo que dirige el exentrenador del Real Madrid, George Karl.
En Denver, tanto Karl como los directivos de los Nuggets consideran que Fernández puede encajar perfectamente en el esquema de juego del equipo y le pueden dar hasta la oportunidad de conseguir la titularidad.
Fernández, que jugó durante el cierre patronal de la NBA con el Real Madrid, también está convencido que si le dan la oportunidad de más minutos y confianza en su juego al final puede demostrar toda su valía dentro del mejor baloncesto del mundo.
Más difícil lo tiene ya el base extremeño José Manuel Calderón que seguirá una temporada más con los Raptors de Toronto, donde tampoco tiene asegurada la titularidad ni que su equipo pueda salir del grupo de los perdedores de la NBA.
Calderón, debido a los problemas de lesiones, ha ido de más a menos desde que llegó a la NBA en la temporada del 2005 y después de haber disputado 427 partidos de la temporada regular y 11 de la fase final, tendrá ante si un año decisivo de cara a lo que puede ser su futuro con los Raptors y dentro de la liga.
La presencia de los cinco jugadores españoles sigue la tradición que inició en 1986 Fernando Martín, el pionero que abrió el camino de la NBA para que luego llegasen también Raúl López, Juan Carlos Navarro, Jorge Garbajosa y Sergio Rodríguez.
El ala-pívot de origen congoleño, nacionalizado español, Serge Ibaka será junto a Pau Gasol el tenga con su equipo de los Thunder de Oklahoma City el mayor número de posibilidades de luchar por el título de liga.
Ibaka se ha convertido en uno de los hombres claves en el juego defensivo de los Thunder por el poder físico que impone bajo los aros y esta temporada reducida a 66 partidos el mismo puede ser un factor determinante.

No hay comentarios:

Publicar un comentario