Hasta hace algunos meses, se decía que los adolescentes no usaban Twitter y que nunca iban a hacerlo, porque era demasiado público y porque había demasiados adultos.
Esa impresión se basaba en datos que mostraban que menos de uno de cada 10 adolescentes estaban usando Twitter al inicio.
Sin embargo, algo curioso comenzó a pasar: Padres, abuelos, vecinos, amigos de los padres y otros comenzaron a contactarlos en Facebook, la red social favorita de muchos. De repente, ese espacio ya no era de los jóvenes solamente, así que muchos comenzaron a pasarse a Twitter, casi escondidos a la vista de todos.
"Me encanta Twitter, es lo único que tengo para mí sola ... porque mis padres no lo tienen", tuiteó Britteny Praznik, una joven de 17 años que vive en las afueras de Milwaukee.
Aunque ella aún tiene su cuenta en Facebook, se sumó a Twitter luego de que más muchachos en su escuela hiciesen lo mismo.
Los adolescentes alaban la facilidad de uso y la capacidad de enviar pequeños textos a un grupo de amigos, a menudo más pequeño que el que tienen en sus cuentas en Facebook.
Pueden tener varias cuentas y no tienen que usar sus nombres verdaderos. Pueden además seguir las andanzas de sus celebridades favoritas. Para quienes lo deseen, pueden usar Twitter como estrado.
"El primer grupo en colonizar Twitter fueron personas del sector de la tecnología: autopromotores consumados", dice Alice Marwick, investigadora para Microsoft Research, que estudia los hábitos de los jóvenes en internet.
Sin embargo, a medida en que Twitter ha crecido, también lo han hecho las formas en que la gente y las comunidades lo usan.
Para empezar, aunque muchos no se den cuenta, los mensajes no tienen que ser públicos. Muchos adolescentes tienen cuentas privadas y además usan seudónimos que solamente sus amigos conocen.
Eso quizás lo explican mejor por las palabras de un adolescente que participó en un grupo de enfoque en Microsoft Research: "Facebook es como gritar en la muchedumbre. Twitter es como hablar en una habitación".
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