Dos de los agentes del Servicio Secreto que están siendo investigados por contratar prostitutas en la VI Cumbre de las Américas, que se celebró el pasado fin de semana en la ciudad colombiana de Cartagena, han sido identificados, según ha informado el diario estadounidense 'The Washington Post'.
Uno de los agentes, David Randall Chaney, que fue supervisor de la División de Programas Internacionales del Servicio Secreto, se retiró el miércoles a causa de la presión que estaba sufriendo por el caso, según gente cercana a la investigación.
Chaney, de 48 años de edad, colgó múltiples fotos en su perfil de Facebook en las que aparece trabajando, vestido con traje oscuro y gafas de sol. En una de ellas aparece tras la ex gobernadora de Alaska y ex candidata a la Vicepresidencia, Sarah Palin, durante su campaña electoral en 2008 y llega a bromear en un comentario. "La estaba comprobando, si sabéis lo que quiero decir", afirma.
El segundo agente cuya identidad ha sido desvelada es Greg Stokes, que era agente especial de asistencia a cargo de la División K9. El Servicio Secreto ha notificado a Stokes que será despedido, aunque le ha dado la oportunidad de defenderse de los cargos que pesan contra él.
Tanto Chaney como Stokes han trabajado para el Servicio Secreto durante cerca de dos décadas, y ambos han ejercido sus funciones durante bastante tiempo bajo la protección presidencial. Los dos residen en Washington.
El consejero general de la Asociación de Oficiales de las Fuerzas de Seguridad Federales y abogado de Chaney y Stokes, Lawrence Berger, no ha querido hacer comentarios sobre los detalles de las acusaciones que pesan contra sus clientes. Sin embargo, ha subrayado que la investigación no ha terminado y que cualquier juicio sobre su papel en el escándalo es "prematuro".
"Nuestra posición es que nada de lo que hayan podido o no hacer en Colombia ha afectado negativamente a la eficiencia de su misión", ha dicho Berger.
El escándalo se destapó al término de la VI Cumbre de las Américas, cuando la prensa publicó, citando fuentes de las fuerzas de seguridad colombianas, que once agentes del Servicio Secreto, y al menos cinco militares, contrataron prostitutas antes de la llegada del presidente estadounidense, Barack Obama, a Cartagena.
El comportamiento de los agentes ha desatado una oleada de críticas en Estados Unidos, por lo que el jefe de la Comisión Judicial del Senado, Patrick Leahy, ha solicitado la comparecencia del director del Servicio Secreto, Mark Sullivan, en el Congreso para dar explicaciones.
Éste no es el primer escándalo en el que se ven implicados agentes del Servicio Secreto. En noviembre, un agente del Departamento de Estado fue acusado de abatir a un hombre en un local de McDonald's en Hawai y, en agosto, otro agente fue arrestado por conducir ebrio en Iowa durante una gira del presidente por el Medio Oeste.
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