Emilia Zorrilla es una adulta mayor, que Dios
le ha regalado más de cien años de existencia, los que aún aprovecha a
plenitud cociendo sus propios alimentos, caminando y contando historias a
hijos y nietos.
Aasegura que conoció los ex mandatario de la
nación Horacio Vásquez y Rafael Leonidas Trujillo, en la comunidad
Rancho Chiquito, sección San Francisco, a 32 kilómetros al oeste de El
Seibo.
Su voz fuerte denota su gran lucidez y habilidad, lo que disfruta a plenitud.
En
su cédula se lee que nació el 30 de mayo de 1907 en el paraje Rancho
Chiquito de El Seibo, de donde nunca se ha ido. Allí se casó y tuvo sus
13 hijos con el agricultor Cornelio Nolasco (Checho), la que asegura es
la única pareja que ha tenido.
“Llegué a esta edad porque mis
padres, Ramón Zorrilla y Genara Peguero nos daban muchas carne de res y
cerdo, porque en casa se mataba cada 15 días un puerco o una vaca, para
pasar más de una semana comiendo carne seca al sol y luego asada, frita y
guisada con manteca de cerdo”, apunta la dama de unas 180 libras y 5.5
pies de estatura.
Los 105 años de Emilia sirvió para reunir a 10
hijos de 13 que procreó con el señor Cornelio, quienes viajaron desde
Estados U
nidos y Puerto Rico a celebrar el cumpleaños de la mujer más
longeva de El Seibo.
Emilia, de semblante limpio y con espíritu de
joven, vive con algunos hijos, nietos y biznietos, que no quieren que
se moleste para nada, pero dice que aún entiende puede hacer las cosas
bien.
Atribuye el secreto de su larga vida a trabajar duro, comer bien y no vivir en sufrimiento con nada ni por nadie.
La
mayor parte del tiempo su cara permanece sonriente, pero se alegra más
cuando sus hijos y familiares se reúnen, que la ponen a gozar a
carcajadas con cuentos e historietas campesinas.
Emilia recibió los honores de sus familiares y amigos en una celebración repleta de regalos.
Dice no tener dificultad en la visión, pero que escucha menos que antes.
“Soy
la mujer más vieja de Rancho Chiquito, he visto a toda mi generación
morir y cumplir con sus familiares y aspiro vivir 30 años más”, dice a
carcajada la simpática anciana.
Destacó la ayuda que le da su
nieto Queque Nolasco, que le busca la leña cuando se acaba el gas de
estufa en la casa, para ella cocer sus alimentos.
A su edad es
generosa y tiene una dedicación asombrosa a la familia y gusta de estar
rodeada de los nietos, para hacer adivinanzas y cuentos de su pasado.
CONOCIÓ PRESIDENTES
Asegura que conoció en persona a Ulises Heureaux (Lilí), Horacio Vásquez, Rafael Leonidas Trujillo y a Joaquín Balaguer, con quienes, según dice, a cada rato sueña con ellos en las noches.
Asegura que conoció en persona a Ulises Heureaux (Lilí), Horacio Vásquez, Rafael Leonidas Trujillo y a Joaquín Balaguer, con quienes, según dice, a cada rato sueña con ellos en las noches.
“Lilí, Horacio Vásquez y
Trujillo visitaban El Seibo y la gente que vivía en el campo era
invitado a El Seibo, a los encuentros políticos, y hay de aquel que no
fuera, porque era considerado desafecto y era perseguido”, contó con
nostalgia de miedo la anciana, que al parecer dominaba el tema político
de su época.
Asegura que Trujillo fue teniente del Ejército en
Miches y que hacía cabalgata por los campos de Vicentillo, en El Seibo,
donde se enamoraba antes de ser presidente de la República.
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