NUEVA YORK._ Un dominicano identificado como Salvador Rosario de 38 años de edad y padre de tres hijos (dos varones y una hembra) que sufría de problemas mentales fue muerto de dos balazos, uno en la frente y el otro en el pecho por un policía de Paterson (New Jersey), cuando paramédicos fueron llamados por la familia para que examinaran a la víctima que llevaba dos días encerrado en una habitación y con un martillo en sus manos.
Los informes sostienen que Rosario, quien había llegado hace apenas ocho meses a Estados Unidos para reunirse con sus parientes, hizo un movimiento que la policía creyó ponía en riesgo la seguridad de los agentes que llegaron primero que la ambulancia a la casa situada en el número 10 la avenida Redwood.
Las autoridades señalaron que Rosario intentó agredir con el martillo a los oficiales por los que estos respondieron el ataque, matándolo con dos tiros.
La policía añade en el parte oficial que el dominicano se había cortado la garganta con una botella rota y amenazaba a los uniformados con atacarlos. “Un oficial estaba siendo amenazado y tuvo que hacerlo”, dijo el portavoz de la ciudad de North Bergen, Philip Swibinski.
La familia de Rosario estaba tratando de llevarlo al hospital. Un hermano y los hijos dijeron que hacía algún tiempo, el ultimado venía sufriendo de trastornos mentales.
Los parientes de Rosario llamaron al 911 cuando el padre dominicano se negó a salir de la habitación en la que se encerró. Las imágenes difundidas por canales locales de televisión muestran la puerta de la casa rota, la habitación con un gran desorden y grandes manchas de sangre en el piso, las paredes y entre ropas y objetos del cuarto en el que fue liquidado el inmigrante criollo.
Rosario, no hablaba inglés por lo que es probable que no entendiera la orden de los policías que lo conminaban a tirar el martillo al piso y entregarse.
La madre, hijos y una hermana de Rosario acusaron a la policía de asesinato y reclaman justicia por lo que califican de un crimen brutal e innecesario.
“Estábamos tratando de cuidar de él, porque sabíamos que estaba enfermo”, añadió la hermana Marta Rosario González.
El Fiscal Adjunto del Condado de Passaic, Neil Cleary se negó a dar detalles del hecho ocurrido el sábado a las 10 de la noche, diciendo que hay una investigación en curso.
Grace Tavarez, vecina y amiga de la familia, dijo que la falta de dominio del inglés fue un factor determinante, pero que los policías debieron haber buscado a alguien que sirviera de intérprete antes de disparar al indefenso dominicano.
Los investigadores dijeron que continúan interrogando gentes para verificar y cotejar los informes del hecho de sangre. “Una vez estemos seguros de que hemos hablado con todos los testigos que tenemos en lista, entonces podríamos estar más cerca de esclarecer las circunstancias de este hecho”, dijo Cleary.
Rosario padecía desde muy joven los problemas emocionales que lo aquejaban.
UN ASESINATO
La madre de la víctima, Carmen González, rechazó que su hijo haya intentando agredir a los policías y calificó de asesinato la muerte del dominicano.
“Me mataron a mi hijo como un perro y le dieron dos balazos, uno en el pecho y otro en la frente. Mi hijo hizo muchos sacrificios para nada”, añadió la progenitora.
Diomedes Rosario, hermano de Salvador dijo que su pariente se encerró en la habitación y no quería salir durante dos días. Se encerró por dentro y durante esos días no tomó sus medicamentos.
La policía derribó la puerta y la hija de Rosario. Leidy de 19 años de edad, vio caer a su padre mortalmente herido.
“Los policías abrieron la puerta y mi papá les dijo que lo dejaran vivir tranquilo. Entonces le dispararon. Yo estaba de pie frente a la cama cuando vi caer a mi papá”, relató la joven.
El concejal dominicano en Paterson Rigo Rodríguez exigió el arresto del agente que mató a Rosario y sea sometido a la justicia con el cargo de asesinato.
Los restos del occiso serán sepultados en la República Dominicana.
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