La historia del general Alejandro Dumas -nacido en Haití, mulato y bien parecido, diestro con la espada y padre del autor de “El Conde de Montecristo”- es digna de las fascinantes aventuras literarias que creó su hijo.
Hijo de un aristócrata francés y una esclava negra, Dumas se convirtió en general poco después de la Revolución Francesa, destacó por su destreza como estratega y en el combate cuerpo a cuerpo y llegó a rivalizar con el mismísimo Napoleón.
Pero luego languideció durante dos años en un calabozo italiano, y sus recuerdos de esa aciaga experiencia inspiraron los avatares de Edmundo Dantés, el protagonista de la famosa novela.
Tom Reiss, escritor estadounidense, investigó y recuperó su historia.
Me encontré con la vida del general Dumas cuando era chico,
porque me gustaban tanto las obras de su hijo que busqué sus memorias.”
“Lo increíble es que en las primeras 200 páginas sólo habla de este hombre extraordinario, su padre, que parece una combinación de D’Artagnan con Edmundo Dantés, Porthos, un poco de Aramis, todos en un mismo personaje”, cuenta Reiss en conversación con la BBC.
Un mulato en el ejército francésReiss rastreó la historia del general Dumas en archivos oficiales y privados de Francia y escribió su biografía en el libro “El Conde Negro”.
“No fue difícil seguir su carrera militar”, cuenta el biógrafo, “los archivos militares franceses están inundados de documentos de 1790, porque este hombre fue un gran espadachín y general de la revolución, aunque después fuera olvidado y borrado de la historia, así que encontré muchas descripciones de él en combate.”
Más complejo fue lograr hilvanar la historia del hombre detrás del excepcional soldado.
Reiss cuenta en su libro que el padre de Dumas fue una especie de aristócrata renegado que se marchó al territorio colonial que hoy es Haití para hacer fortuna, pero no tuvo mucho éxito.
Allí vivió 30 años junto a una esclava negra -la madre del general- mientras en Francia lo daban por muerto.
Cuando quiso regresar a Francia para heredar un castillo y un título nobiliario estaba tan quebrado que vendió a su propio hijo Alex -el héroe de esta historia- como esclavo.
“Yo encontré el documento que le permitió volver a comprar a su hijo una vez que heredó su fortuna”, relata Reiss.
Alex llegó a Francia en 1776, a los 14 años, y recibió entrenamiento en la academia de esgrima en Versalles.
Se convirtió rápidamente en uno de los grandes esgrimistas del país.
Luego se unió al ejército como soldado raso, y en seguida se distinguió por su arrojo y por su destreza con las armas.
Cuando estalló la revolución, muchos nobles huyeron del país, y esto le brindó la oportunidad de desarrollar sus talentos militares.
En el lapso de un año consiguió convertirse en el primer general negro de un ejército occidental.
Tras una campaña exitosa en los Alpes, creció la fama del general Dumas, que además era muy alto y apuesto.
Los celos de NapoleónOtro general que hizo carrera durante la revolución fue Napoleón Bonaparte, quien encontró en el heroico militar un rival de altura.
Dumas participó junto a Napoleón en el combate contra las tropas austrohúngaras en el norte de Italia, y aquí es donde realmente se destacó cuando defendió su posición en un puente prácticamente solo.
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